Pasó de ser un mito del ciclismo a convertirse en uno de los mayores engaños de la historia del deporte. Lance Armstrong llegó a ganar siete Tour de Francia de forma consecutiva, títulos de los que fue desposeido tras probarse el dopaje sistemático en el que incurrió el texano y su equipo el US Postal.

Lejos de arrepentirse, Armstrong ha reconocido en una entrevista en la cadena NBCSN que "no cambiaría nada" de lo que hizo.

"No era legal, pero no cambiaría nada. Hicimos lo que teníamos que hacer para ganar", explicó el exciclista.

"No cambiaría nada. No cambiaría la forma en que actué. Quiero decir que lo haría otra vez. Principalmente, no cambiaría las lecciones que aprendí. No aprendo todas esas lecciones si no actúo de esa manera. No me hubieran investigado ni me hubieran sancionado si no hubiera actuado de la forma en que lo hice", aseguró Armstrong.

Armstrong fue sancionado en 2012 por la UCI para ratificar las sanciones de la Agencia Antidopaje de Estadous Unidos. El exciclista admitió en enero de 2013 su dopaje en una entrevista con Oprah Winfrey en la televisión norteamericana.