El cambio de normativa que ha impuesto el Comité Paralímpico Internacional (CPI) al Comité Internacional de Baloncesto en silla de ruedas ha afectado directamente a George Bates, quien ha reconocido que se ha planteado la posibilidad de amputarse una pierna para seguir compitiendo en su disciplina.

El campeón del Mundial de 2018 y el Europeo de 2019 padece un síndrome de dolor regional complejo, que le provocó una discapacidad a la edad de 15 años. Desde hace diez, George Bates compite en baloncesto sobre silla de ruedas.

Con el cambio de normativa, los organismos competentes no consideran suficiente la enfermedad del deportista inglés, por lo que podría quedar excluido de las competiciones oficiales.

"El Comité Paralímpico Internacional (IPC) ha forzado al Comité Internacional de Baloncesto en silla de ruedas a adherirse a sus normas de 2015. Durante dos años, ese comité decidió no cambiar las reglas, creyendo que cualquiera con un impedimento físico de cadera para abajo puede disputar el deporte", señaló Bates en 'The Telegraph'.

"En enero, el IPC decidió excluir el baloncesto en silla de ruedas de los Paralímpicos si no se adherían a esta regla. Desde entonces he estado en el proceso de reclasificación, hasta que el pasado miércoles se anunció que mi condición no es considerada como elegible bajo sus normas", añadió.

"He apelado la decisión y habrá cosas que puedo intentar antes de tomar esta decisión, pero tengo que empezar a pensar en ello ya que no es una decisión que puedas tomar rápido".

Sobre la posibilidad de amputarse la pierna, Bates reconoció que ya pudo amputársela hace unos años: "Tuve la oportunidad de amputármela cuando tenía 14 o 15 años y decidí no hacerlo. Echando la vista atrás, ojalá me la hubiesen quitado. Hubiese hecho las cosas mucho más fáciles, pero nunca pensé que estaría en esta situación en la que mi discapacidad no es suficiente para un deporte adaptado".

"Probablemente me queden unos 10 años de mi carrera, después tengo que vivir el resto de mi vida así, por lo que es una gran decisión", sentenció el campeón del mundo, que ha sufrido un duro revés con el cambio de normativa en el baloncesto paralímpico.