La Torre de Pisa ya no está tan inclinada. De hecho, está colocada 43 centímetros más recta que antes. Un nuevo estudio realizado sobre el terreno ha descubierto que una excavación realizada hace 23 años provocó que su estructura se haya ido enderezando con el paso del tiempo.

Según recogeIl Giornale del l'Arte, las perforaciones realizadas por el equipo del ingeniero Michele Jamiolkowski eliminaron una pequeña cantidad de tierra de debajo de los cimientos.

Gracias a esta corrección, la torre de 58 metros de altura estaría fuera de peligro. Los expertos se han atrevido a asegurar, por primera vez, que el monumento no corre riesgo de derrumbarse.