Como se ha demostrado más de una vez, la música va más allá de fronteras ideológicas. Es el caso, al menos, de Guillermo, o Willy, Bárcenas y Antón Carreño. De primeras, estos nombres pueden resultar desconocidos para la mayoría. Pero el interés crece cuando uno es conocedor de que el primero es hijo del extesorero del PP, Luis Bárcenas, y el otro es nieto de Gerardo Díaz Ferrán, expresidente de la CEOE y expropietario del Grupo Marsans.

Ambos, político y empresario, mantienen una continuada lucha con la justicia por diversos delitos relacionados con la corrupción. Pero la polémica que les rodea no parece afectar a sus familiares. En todo caso, aumentar sobremanera el interés sobre 'Taburete', la banda indie-pop de Willy y Antón que ha logrado el llenazo absoluto durante dos días seguidos en la madrileña sala Riviera.

“Eso no lo consigues por ser el hijo de nadie, sino porque tus canciones gustan”, asegura el hijo de Bárcenas. Los más de 30.000 oyentes que acuden mensualmente a sus canciones en Spotify y los cientos de miles de reproducciones que recogen sus vídeos de youtube bien les sirven de aval a dos jóvenes que, casi al inicio de su carrera musical, ya se han convertido en una nueva revelación del panorama musical español.

"No queríamos ser famosillos por cosas extramusicales; somos músicos", reitera Guilermo, si bien admiten el efecto que ambas situaciones familiares ha tenido en su impulso musical. Para ellos, los delitos de cohecho, el blanqueo de capitales y el fraude quedan relegados a un plano menor cuando ponen los pies en el escenario.

Entonces, a merced de una recién adquirida legión de seguidores, Bárcenas y Carreño dedican el tiempo a hacer disfrutar con 'Tres tequilas', álbum por el que se deslizan letras y acordes que divagan sobre el amor, la tristeza y las reminiscencias a tiempos mejores. Un combinado de sensaciones musicales que parece encantar y que les ha forjado como rival directo del festival Mad Cool de cara al fin de semana.