Lo dicho. A Ramoncín no le gusta que sigan refiriéndose a él como "el rey del pollo frito". Lo cantaba, sí; pero no se refería a él. Más bien todo lo contrario; odiaba al tipo que protagonizaba la letra de esa canción. Todos sabemos lo difícil que es deshacerse de un mote o apodo -más aún si nos resulta incómodo- y Ramoncín también tiene que vivir con ello. Él se resigna, pero no se calla: "Me toca un poco los cojones".

Le molesta pero tampoco le quita el sueño. Hay muchas más cosas en la vida de un hombre que se inició en eso de la música a finales de los 70. La cabeza se nos va a pensar en la mítica Movida madrileña, pero Ramoncín nunca se identificó con el movimiento. Fue el primer punk de España, antes incluso de que llegara una Movida a la que se negó a pertenecer.

Su recuerdo le arruga el gesto. Lo asocia a droga, excesos y malos rollos. "El que llevaba el hachís en un bolsillo, llevaba la heroína en el otro. Te vendía el hachís y te regalaba la heroína. No había día en el 'Rockola' -mítico garito de La Movida- en el que no hubiera palizas, hostias, la 'poli' deteniendo gente, la gente chutándose en los cuartos de baño...", ese es el oscuro recuerdo que le queda.

Oscuro por eso lado pero añorado por otro. Ramoncín echa de menos el espíritu reivindicativo de la época; la gente en las calles para protestar por lo que creían más justo. "Hoy hay muchas cosas que contar ¿eh?, lo que no hay es cojones", denuncia esta leyenda viva de la música española.

Quizá por eso él nunca se calla. Habla sin filtros y eso le ha costado muchos odios, enemigos y críticas. En el Viñarock de 2006 llegaron a tirarle piedras al escenario pero ni por esas cambió su estilo. Los pelos en la lengua le faltaron siempre: como escritor, tertuliano, presentador... y portavoz oficioso de la SGAE.

Su afán por hacer bien las cosas le llevaron al panorama judicial. Su nombre figuraba en el escándalo judicial de la SGAE, pero a él le declararon inocente. "Al final tuvo que llegar un tribunal y decir...señores...este señor no ha hecho nada", apunta el propio Ramoncín, que hoy vuelve a dar guerra con nuevo disco recopilatorio y un documental como repaso a su carrera.