Si el enemigo te ataca, sube el volumen. Ante la propaganda de las tropas prorusas en Feodosiya, el ejército ucraniano ha respondido con música. Porque ésta puede cambiar el ánimo.
Escuchar 'Barrio Sésamo' durante más de 16 horas fue una de las torturas habituales en Guantánamo para desorientar a los prisioneros antes de los interrogatorios. "I Love You", también de 'Barrio Sésamo', es la que obligaban a escuchar a los prisioneros en Iraq.
El ejército americano tiene un largo historial. En 1989, colocó altavoces frente la embajada del Vaticano en Panamá para que se oyera esto 'Never gonna give you up', la canción con la que machacaron al dictador Noriega para que saliera de su encierro.
También la marina británica usa este método, un oficial ha confesado qué ponen por la megafonía par que los piratas somalies acaben huyendo cuando seles acercan.
Música para torturar y para motivar. En el 91, en el Golfo, en los helicopteros norteamericanos, como en 'Apocalypse Now', escuchaban 'La batalla de las Valkierias' para antes de entrar en acción.
La misma guerra en la que España creyó que Marta Sánchez era la mejor forma de animar a sus tropas.