Si está Cervantes, como siempre se ha creído, enterrado en un convento de Madrid se sabrá dentro de un mes, cuando analicen los datos del georradar. Las pruebas de ADN están descartadas, así que para saber si los restos hallados son suyos analizarán rasgos que sabemos seguro tenía el escritor: la nariz torcida, artrosis y una mano dañada en la batalla de Lepanto.
Toda una casualidad, que a Cervantes se le busque en la calle Lope de Vega, otro desaparecido. Dicen que Lope de Vega está enterrado bajo el altar de la iglesia de San Sebastián, en una fosa común a la que arrojaron sus huesos durante una de las reformas del templo.
Otra reforma, la de la Plaza de Ramales, descubrió lo que parecía el cuerpo de Velázquez. Se sabía que le enterraron en una iglesia que había antes en esa plaza. Luego descubrieron que no era él. Hoy una cruz recuerda que aquí está enterrado el pintor, aunque no se sepa el lugar exacto.
De Calderón de la Barca no tenemos ni siquiera una pista de dónde puede estar su cuerpo. A él le enterraron seis veces, una de ellas cerca de la Plaza de la Villa y la última en otra iglesia que se quemó completamente. Un placa recuerda que estuvo aquí.
Entrevista con Susanna Isern por 'Los pantalones de Luisa'
"La pararon por la calle, la detuvieran y la juzgaron por llevar pantalones": la historia de Luisa Capetillo, la mujer que revolucionó un país
La escritora Susanna Isern nos cuenta en Los pantalones de Luisa la historia real de Luisa Capetillo, una activista de Puerto Rico del siglo XIX que revolucionó América Latina con el simple hecho de ponerse unos pantalones.