Las teteras echan humo pero no están calientes, sino frías. Hervir el té con hielo seco a menos de 30 grados es la última moda en cócteles.

Los acompañantes al té también sufren un cambio revolucionario. Ya no son pastas, sino alimentos salados como el queso, que marida perfectamente con las connotaciones florales del té.

Para los fieles al té de las cinco, el TeaTonic, una mezcla de dos iconos británicos que promete refrescarnos en las tardes de verano. Este combinado de té con ginebra se sirve en taza, en vez de en copa.

Aunque si hay algo que está de moda en EEUU y en Europa es el Bubble Tea, una mezcla de té con zumo o leche de Taiwán, a la que añaden un ingrediente muy especial, burbujas. Estas bolitas se crean a partir de yuca y mezcla de agua, quedando una textura divertida y original que se mezcla con los distintos tipos de té.

Gelatina, perlas rellenas de zumo e incluso pudding. Ahora lo difícil es elegir que mezcla probar.

Ya no hay excusa para no tomar té.