Jan tiene muy claro quién es el protagonista y hasta donde está dispuesto a llegar. Con sólo 7 años ya es un actor de método y tiene en cartel su propia historia

"Jan es fan de sí mismo. Se ve en la pantalla, disfruta, se mira en el espejo, se ve en los vídeos y le encanta", explica Bernardo Moll Otto, su padre.

Seis años en los que su padre se pegó a una cámara para capturar los avances de su hijo con Síndrome de Down, porque la vida ha dado a Jan un cromosoma de más, pero también mucho amor. "Me puedo perder el tiempo llorando, pero no me lo quiero perder llorando", afirma su madre en el documental.

La historia de Jan demuestra que cuando la vida te da un vuelco, sólo hay una opción, levantarse. "Cuando la vida te sacude, si eres artista necesitas expresar eso a través de tu arte", destaca Mónica Vic, madre de Jan.

Jan es sinónimo de esfuerzo, pero sobre todo es sinónimo de superación.