Huevos de Pascua inspirados en las obras de Chillida, que imitan sus formas y hasta sus texturas de hierro o terciopelo, como muestra Oriol Balaguer, maestro chocolatero. "El secreto reside en la temperatura a la que trabaja el chocolate, 32 grados, para que pegue en un minuto o dos".
En Cataluña y Levante la estrella es la mona de Pascua. Un brioche con crema catalana y un huevo cocido pasado por un baño de color es el clásico. Sin embargo, Pere Roche, pastelero obrador de 'Vell', asegura que últimamente muchos piden cambiarlos por huevos de chocolate. No hay niño catalán que esta semana no las pruebe.
Otros dos dulces tradicionales de Pascua utilizan mismos ingredientes: harina, agua y manteca de cerdo son la base del pestiño y el bartolillo.
El primero, todo un clásico en Andalucía, "se fríe a 180 grados, no más, con el mejor aceite que se pueda", puntualiza Roberto Martín, pastelero de la confitería 'El Riojano', "y se baña en miel mil flores templada".
El segundo, el bartolillo relleno de crema, añadiéndo leche, vainilla, mantequilla y almidón a la mezcla anterior, es el imprescindible de las pastelerías madrileñas en Semana Santa. Leche frita, torrijas, buñuelos... recetas para hacer de la penitencia un trago más dulce.