Este año cambia el tradicional recorrido del desfile. En vez de salir de Puerta de Alcalá y cruzar la animada Gran Vía para acabar en Plaza de España, este año la cabalgata parte de Atocha y termina en Puerta de Alcalá.
No habrá tampoco celebraciones en Plaza de España, ni los asistentes podrán mezclarse con los de la otra acera, porque el único enclave situado al otro lado de la Gran Vía, el escenario de la Red de San Luis, no se monta.
El 3 de julio se leerá el pregón que inaugura las fiestas
Con el Orgullo, el Ayuntamiento se muestra duro de pelar duro de pelar porque las fiestas acumulan limitaciones por todas partes. De horario: debe terminar a las 2 de la mañana en fin de semana y a las 12 el resto de días. Y de decibelios: 55 durante el día y 65 durante la noche.Este año no se podrán seguir las celebraciones en directo por la televisión autonómica, Telemadrid no las considera de relevancia.
“Es una de las fiestas más multitudinarias que se celebran en este país, en Europa y en el mundo y algunos y algunas no lo quieren ver”, denuncia Juan Carlos Alonso, coordinador general de Madrid Orgullo. Multitudinaria y rentable, porque el impacto turístico es tal que en 2011 el consumo se disparó un 24%, y en 2012 esta cifrá creció un 9% más.