La materia ordinaria, o bariónica, se cree que representa el 4% del contenido del Universo, mientras que el 96% restante estaría constituido por lo que se conoce como materia oscura y energía oscura, que los científicos no saben muy bien qué son y que constituyen dos de los principales enigmas de la Cosmología actual.

La mitad de esa materia ordinaria se ha identificado en el entorno comprendido por la Vía Láctea y galaxias, grupos y cúmulos de galaxias cercanos, mientras que el otro 2% se cree que está en los filamentos que unen los cúmulos de galaxias.

El astrónomo del Instituto de Astrofísica de Canarias, IAC, Ricardo Génova ha explicado que, si bien los estudios sobre los mecanismos que dieron lugar a la formación de los primeros elementos tras el Big Bang han determinado que el contenido de materia en ese momento correspondía a aproximadamente el 4%, ese mismo porcentaje no se ha podido identificar en el Universo local.

Ese 4% de materia ordinaria también se ha detectado cuando se han hecho observaciones del fondo cósmico de microondas, una radiación que proviene de cuando el Universo tenía unos 400.000 años.

Sin embargo, cuando se suma la cantidad de materia ordinaria observada en nuestro entorno, principalmente en estrellas, remanentes de estrellas, y en el plasma interestelar de galaxias y cúmulos de galaxias, se concluye que un 2% de la materia total aún no ha sido detectada.

Los científicos creen que ese 2% sin detectar está en estructuras de gas que tienen baja temperatura y densidad, de forma que aunque emitan radiación ésta no podría ser detectada con los instrumentos actuales, que no tienen sensibilidad suficiente.

La previsión es que esa materia sin localizar esté en los filamentos que conectan los cúmulos de galaxias, que no se han observado con mucha claridad pero que tienen una densidad de materia y de gas "no tan altas" como la que hay en las intersecciones entre ellos, donde se forman los cúmulos de galaxias.

Se piensa, indicó Ricardo Génova, que la materia que no ha sido localizada está dentro de esos filamentos, en el llamado WHIM, o "medio difuso intergaláctico templado caliente".

Los supercúmulos de galaxias son las estructuras del Universo con interacción gravitatoria más grandes que se conocen y suelen tener del orden de decenas de cúmulos de galaxias, los cuales contienen típicamente hasta 50 galaxias.

Reconoció Ricardo Génova que, en principio, no cabe esperar que la localización de esa masa que no se ha localizado produzca cambios importantes en el entendimiento de la física, pero opinó que no se debe investigar con una mentalidad preconcebida, pues nunca se sabe lo que se puede encontrar y las grandes revoluciones científicas han surgido cuando se ha encontrado lo que no se esperaba.