El cambio climático ha sido una de las causas de esta aparición debido a sus cálidas aguas. La sobrepesca, los mares más cálidos y la contaminación pueden acabar con los depredadores del océano. Sin embargo, están permitiendo que las medusas prosperen, y la reproducción es lo suficientemente fácil para las medusas. Ante esta invasión, el científico Piraino, ha señalado que hay que encontrar una manera de vivir con ellas.

El Dr. Piraino ha explorado los misterios de estas especies, de más de medio billón de años, para sus posibles usos. Éstos incluyen el potencial para combatir tumores, y también usar especies colágeno-pesadas como fuente para labios más voluptuosos.

El equipo de este científico ha lanzado el proyecto "Go Jelly", cuya conclusión sobre cómo hacer frente a esta invasión de medusas se reduce a comérnoslas. Otros ya lo han hecho, los japoneses las sirven estilo sashimi en tiras con salsa de soja, y los chinos las han comido durante un milenio.

Sin embargo, el ministerio de Salud de Italia cree que, dado que ningún estado miembro hay una tradición de comer medusas y que las especies locales parecen biológicamente distintas de los alimentos asiáticos, las pruebas de control necesitaban extenderse en el tiempo antes de que una medusa mediterránea pueda aparecer en las tiendas o en menús de restaurantes.

No obstante, Piraino, con la ayuda de otros investigadores, ha conseguido demostrar que esta especie se puede comer.