Robert Glynn, un hombre de 51 años vecino del condado inglés de Gran Mánchester, ha superado el cáncer terminal que padecía tras someterse a un tratamiento experimental.
Los médicos le habían informado de que le quedaba un año de vida tras ser diagnosticado de una forma agresiva de cáncer, si bien ha quedado libre de la enfermedad gracias al ensayo británico de un régimen farmacológico personalizado, informa The Guardian.
A Glynn le diagnosticaron cáncer de vías biliares intrahepáticas (también conocido como cáncer de vías biliares) en junio de 2020, tras experimentar un fuerte dolor en el hombro que le impedía dormir. El hombre ha asegurado al diario británico que no estaría vivo de no ser por los "extraordinarios" resultados del ensayo de inmunoterapia realizado por la fundación Christie NHS de Manchester.
"Me dijeron que me quedaban 12 meses de vida"
En el momento del diagnóstico, el cáncer se había extendido a la glándula suprarrenal y al hígado, con tumores demasiado grandes para ser operados. "Le pedí a mi médica que fuera sincera y me dijera cuánto tiempo me quedaba si seguía como estaba, y me dijo que 12 meses", ha relatado Glynn a The Guardian.
Glynn fue remitido a la fundación Christie NHS de Manchester, donde se le consideró un buen candidato para participar en un ensayo clínico de un fármaco de inmunoterapia que ya está aprobado para su uso en cáncer de pulmón, riñón y esófago.
Los análisis previos al tratamiento del tumor de Glynn mostraron que tenía una elevada carga de mutaciones (gran número de mutaciones genéticas en las células), lo que sugería que podría tener una buena respuesta al tratamiento. El tratamiento, que se administra por goteo y ayuda al propio sistema inmunitario a combatir el cáncer, se combinó con quimioterapia estándar.
Según informa The Guardian, el tumor del hígado se redujo de 12 cm a 2,6 cm, y el de la glándula suprarrenal, de 7 cm a 4,1 cm. Gracias a ello, Glynn pudo someterse a una intervención quirúrgica en abril para extirparle los tumores. Tras esto, los cirujanos sólo encontraron tejido muerto, lo que significaba que el tratamiento había eliminado todas las células cancerosas. "No encontraron ninguna célula cancerosa activa. Analizaron los tumores dos veces porque no se lo acababan de creer", explica Glynn.
"Sin el ensayo no estaría aquí"
"Una de las enfermeras del Christie dijo que había sido un milagro. No me gusta esa palabra, soy un tipo normal, pero sin duda es extraordinario. Sin el ensayo no estaría aquí", añadió.
Desde su operación en abril de 2022, Glynn no ha necesitado más tratamiento y sus exploraciones trimestrales muestran que no tiene cáncer.
El doctor Juan Valle, oncólogo asesor de la fundación Christie NHS de Manchester y experto mundial en cáncer de vías biliares, afirmó a The Guardian que este paciente "ha salido muy bien parado" de este tratamiento. "Le ha ido muy bien esta combinación porque su tumor tiene una alta carga de mutaciones, es decir, un elevado número de mutaciones genéticas. La mayoría de los pacientes con este diagnóstico no tienen tantas mutaciones en sus células cancerosas, por lo que el tratamiento no será tan eficaz".
"Los resultados de esta investigación y de otro estudio más amplio son muy esperados por colegas de todo el mundo ya que podrían suponer un cambio en la forma de tratar a pacientes como Robert en el futuro", ha relatado Valle al diario británico.