Jo Cameron, una británica de 66 años, nunca ha sentido dolor ni miedo. Tras una operación de mano el año pasado, cuya recuperación iba a ser dolorosa, los médicos se quedaron sorprendidos de que no necesitase analgésicos, según ha recogido la revista 'British Journal of Anaesthesia'.

En ese momento se dio cuenta de que algo le pasaba y su anestesista decidió derivarla a los especialistas genéticos del University College London.

Tras varias pruebas, los investigadores descubrieron que tenía una alteración en un endógeno, a la que denominaron FAAH-OUT, y una segunda en una enzima. Estas mutaciones, comunes en los ratones, habían impedido a Cameron sentir dolor debido a la abundancia de anandamida generada.

"Creemos que no sufre ningún problema en la transmisión del dolor, sino que la abundancia de anandamida [...] en el cerebro debido a sus defectos genéticos hace que no sienta el dolor", ha explicado el anestesista Srivastava al diario 'El País'.

Tampoco sintió dolor cuando dio a luz, al someterse a una operación de cadera ni miedo en un accidente de tráfico.

"Me quemo a menudo en la cocina y no me entero hasta que huele a carne quemada. Tengo muchas cicatrices en mi cuerpo. No siempre es algo bueno. El dolor te avisa de que algo malo está pasando. Y yo no me entero", ha comentado Cameron en una entrevista telefónica.

Tras este descubrimiento, los investigadores de la Universidad de Londres esperan poder hacer progresos con la mutación y crear nuevos tratamientos contra el dolor. Están seguros de que pueden existir más personas con esta alteración, por ello piden que todo aquel que no sienta dolor se lo haga saber.