Los 293 kilómetros de red de metro de Madrid podrían convertirse en 293 kilómetros de calefacción, por ahora, lo son potencialmente. Pero ya es una realidad en otras ciudades.

Viena utiliza el calor que genera el subterráneo para calentar sus viviendas. Madrid se mira en el espejo de otras ciudades del mundo que ya aprovechan el subsuelo para generar energía. Nueva York ha conseguido convertir la presión del agua en electricidad y Helsinki, sus aguas residuales en calor.

"Implica la participación de empresas, evidentemente, la creación de empleo o de nuevas tecnologías que puede ser muy importante. Por supuesto, se usa energía limpia, se recicla energía que ahora mismo en muchos casos se está desperdiciando", explica Daniel Sánchez-Mata, delegado rector de la Universidad Complutense para Medio Ambiente.

Madrid se pleantea ahora aprovechar esta fuente de energía limpia, renovable e inagotable para convertirse en ciudad sostenible. Ya puso en marcha proyectos como la Metrolinera, que utiliza la energía de frenado de los trenes de metro para recargar coches eléctricos.

O una otra estación de metro geotérmica, un tipo de energía que también se usa en edificios de viviendas: unos tubos enterrados a la profundidad necesaria para conseguir 21 grados y que a través de un sistema de canalización son capaces de calentar en invierno y enfriar en verano.

Madrid Subterra, la iniciativa del Ayuntamiento quiere seleccionar cada año los dos mejores proyectos para convertirlos en una realidad aunque, para eso aún no hay fecha. Es una idea utópica la propia alcaldesa ha reconocido que, por ahora, es solo una idea.