Millones de toneladas de microplásticos inundan cada año nuestros océanos. Son partículas sintéticas minúsculas, imperceptibles para el ojo humano, pero no para el microscopio diseñado por investigadores españoles con el objetivo de cartografiar la presencia de estos resiudos tóxicos en el mar.
"Podemos encontrarlos ya aunque te vayas a 11.000 metros de profundidad", ha explicado Francisco López, investigador de la UPCT y fundador de CORI, que ha añadido: "En los organismos que viven ahí los puedes encontrar". La nueva herramienta es de bajo coste, menos de 100 euros, y su códido abierto permitirá su fabricación en serie.
Tanto investigadores como aficionados al submarinismo podrán explorar el océano con todo detalle. "Para descubrir ese mundo microscópico que existe en los océanos y que habitualmente no se ve y que es tan desconocido", ha apuntado López. El microscopio, diseñado en Cartagena, entra ahora en una fase cuyo objetivo será distinguir esos residuos con mayor nitidez.
"Cuando se degradan, los microplásticos parecen cualquier otra materia orgánica del océanos. Entonces, la idea es teñirlos para que puedan florecer y verlos mejor con el microscopio", ha detallado el investigador de la UPCT y fundador de CORI. Un tercio de los microplásticos que llegan a los océanos lo hacen a través de las lavadoras.
Una vez en el mar son muy difíciles de eliminar debido precisamente a su reducido tamaño. Ahora al menos podemos cuantificar su presencia en todas nuestras costas.
A 700 años luz
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Este cuerpo celeste está situado a 700 años luz de la Tierra y está catalogada como una estrella binaria simbiótica. Es realmente llamativa por las violentas explosiones que expulsan filamentos de gas resplandeciente.