40 AÑOS DESPUÉS, EL M5 SUBE EL LISTÓN
Al volante del nuevo BMW M5, una bestia domable marcada por el sistema M Hybrid V8 y hasta 727 caballos
Cuatro décadas y seis generaciones después, el BMW M5 sube la apuesta entre las berlinas deportivas gracias a un sistema híbrido probado en competición.

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Hace 40 años, el BMW M5 irrumpió en la tranquilidad del mundo de las berlinas para ponerlo “patas arriba”, convertido en el sedán más rápido de la época. En los 80 la gente quería coches potentes, pero cómodos a la vez, y los ingenieros de BMW Motorsport le pusieron al Serie 5 E28 un motor de seis cilindros y 286 caballos. Así nacía el primer M5 de la historia.
Cuatro décadas y 6 generaciones después, el M5 sube la apuesta con la tecnología híbrida enchufable “M Hybrid” y con un poderoso motor V8 de gasolina, TwinPower Turbo, con caja de cambios “M” de ocho velocidades y tracción total xDrive, con una potencia de 727 caballos que le permiten acelerar de 0 a 100 en 3,5 segundos.
Un motor con un “envoltorio M” a la altura, repleto de aristas, que le dan personalidad y rasgos de atleta. Como las extensiones de los pasos de rueda y los faldones laterales, los “riñones” de BMW que se iluminan o la parte baja del paragolpes. Una escultura tallada al detalle con el clásico sello M5 detrás, presidiendo una imponente trasera con cuatro escapes. Un logotipo que también se encuentra junto al marco de las ventanas traseras.

El puesto de conducción incluye el volante M de cuero con base plana y botones, los asientos multifunción “M” y la espectacular pantalla curva. También tiene Head-Up Display de serie, para no desviar la vista de la carretera.
La experiencia en competición es muy importante para muchos fabricantes de coches y la combinación del motor de combustión y motor eléctrico se basa en el sistema de propulsión del BMW de carreras de Resistencia “M Hybrid V8”. La capacidad del motor eléctrico para generar su potencia de forma instantánea y la interacción controlada del propulsor de combustión, aseguran que la respuesta del acelerador del M5 sea impecable.
Es una entrega de potencia constante, típica de los BMW M. Con un motor elástico que puede girar hasta las 7.200 rpm, para el disfrute del que va al volante. La velocidad máxima está limitada a 250 km/h, pero puede ser de hasta 305 km/h con el paquete opcional M Driver's.
La batería de 18,6 kWh, situada en la parte baja del coche, le permite recorrer, sin consumir gasolina, de 67 a 69 kilómetros según el ciclo WLTP. Y se puede cargar con corriente alterna de hasta 7,4 kW. En modo eléctrico, el M5, puede alcanzar los 140 km/h.
La potencia que desarrollan los dos motores se transmite a la carretera con el sistema de tracción total M xDrive, aunque para los más puristas de la “propulsión” la tracción se puede enviar a las ruedas traseras con el Control Dinámico de Estabilidad desconectado.

El sistema de frenado nos ofrece dos ajustes del tacto del pedal, tanto para los frenos de serie como para los frenos carbo-cerámicos opcionales.
Se puede configurar todo: la suspensión, la dirección, el sistema de frenos y la intensidad de la recuperación de la energía de frenado. Cuando se cambia a la configuración SPORT, las intervenciones de los sistemas de asistencia al conductor se limitan, para favorecer a una conducción deportiva.
Y hablando de conducción deportiva, el M5 tiene un modo Track, para circuitos. Y función Boost Control, que maximiza el dinamismo al demandar más potencia, por ejemplo, en recuperaciones o adelantamientos.
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