SÍMBOLO DEL LUJO
Probamos el Rolls Royce Ghost Series II: tan refinado como siempre y más ágil que nunca
Hemos viajado al sur de Francia a conocer un capítulo más en la historia de Rolls-Royce, con la actualización de la segunda generación del Ghost como protagonista. Un modelo nacido en 2009 para saciar los gustos más exigentes y extravagantes que te puedes encontrar en el mundo del lujo.

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No todas las marcas pueden decir que cuentan con más de un siglo de historia. Rolls-Royce es una de las más longevas, ya que sopló las velas de su 120 cumpleaños en 2024. Un fabricante que se ha ganado a pulso el título de la marca de coches más lujosa del mundo. Algo que consigue desarrollando obras de arte e ingeniería dignas de un museo, que se mueven por el mundo con un lujo y una elegancia sublimes.
Hoy nos hemos venido al sur de Francia (Niza) a conocer un capítulo más en la historia de Rolls-Royce, con la actualización de la segunda generación del Ghost como protagonista. Un modelo nacido en 2009 para saciar los gustos más exigentes y extravagantes que te puedes encontrar en el mundo del lujo.
Los cambios más destacados tienen lugar en su parte frontal, que presenta unos nuevos faros con tecnología LED y un nuevo paragolpes, manteniendo esa estética monolítica que tanto caracteriza a la marca. Visto de lado, llaman poderosamente la atención sus enormes llantas de 22 pulgadas, muy elegantes. También su longitud, de 5,55 metros de largo, una cifra que ya anticipa el gran espacio que te encuentras en su interior. Detrás presenta unos pilotos que toman inspiración de su primer modelo eléctrico: el Spectre.
En su interior se respira lujo por todos los poros. La calidad es de máximo nivel, pero también hay hueco para la digitalización, con un panel de instrumentos personalizable y otra pantalla central que da acceso el sistema de infoentretenimiento SPIRIT.

Antes de ponerme a los mandos del nuevo Ghost, hay que probar cómo se va en la segunda fila. Un Rolls siempre te invita a probar cómo es viajar detrás, una experiencia que va incluso más allá de la de volar en primera clase, con muchísimo espacio y un confort que no tiene rival.
También destaca un aislamiento acústico sublime. El silencio en marcha impera, salvo que actives el sistema de audio específico de 18 altavoces, que reproduce la música con una calidad de sonido celestial.
Aunque atrás se va de cine, yo soy más de ir aquí, al volante. Y es que no es para menos. Porque el nuevo Ghost es uno de los más dinámicos de la gama actual y de la historia. Y, por suerte, sigue confiando en su poderoso V12 de 571 CV, que tiene una patada descomunal ya desde bajas vueltas.
El par máximo está disponible ya a partir de 1.600 vueltas, es decir, poco más de 600 revoluciones por encima del ralentí. Esto proporciona la sensación de empuje continuo que te permite siempre tener potencia disponible cuando la necesitas.
Hablamos muchas veces de comodidad al volante con otros coches, pero con este nuevo Rolls Ghost nos adentramos en en otra dimensión. Gracias a la suspensión neumática “Planar”, el Ghost adapta los amortiguadores en tiempo real a las condiciones de la carretera. Vamos, que lee detalladamente cualquier irreguralidad del asfalto para filtrarla y que no perturbe el confort de los ocupantes.

Esta función predictiva tan especial se consigue gracias a la cámara localizada en el parabrisas, que proporciona esa sensación de “alfombra mágica” en movimiento. Es pura excelencia sobre ruedas.
Aunque esta suspensión proporcione una comodidad sobresaliente y el coche sea enorme, a la hora de trazar curvas el Ghost no es nada perezoso. Es sorprendentemente ágil para su talla y peso, parando la báscula en casi 2.600 kg.
Aunque si quieres más picante en la ecuación, está la versión “Black Badge” que, además de añadir ciertos detalles en negro en su exterior e interior, recibe un aumento de potencia en el V12 que le permite llegar hasta los 600 CV. A lo que se suman los cambios de marchas un 50% más rápidos cuando pisamos casi a fondo el pedal del acelerador, todo para añadir deportividad al conjunto.
El nuevo Rolls-Royce Ghost sigue la misma receta que su predecesor, pero ahora con una apariencia más refinada, junto a una puesta a punto del chasis que le dota de una conducción más ágil.
Porque la excelencia es un arte muy difícil de conseguir y, sobre todo, de mantener, ya que se vive y se siente a través de pequeños detalles. Y eso es algo que Rolls-Royce domina hasta llegar a la perfección desde su nacimiento, algo que la ha convertido en referencia mundial del lujo desde hace más de 120 años.
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