QUIEREN ENCAMINAR LA SITUACIÓN
Sin conseguir que el ID.3 despegue, Volkswagen ya está pensando en una nueva fórmula para solucinarlo
Volkswagen sigue pensando en alternativas para encauzar la vida del Volkswagen ID.3, y todo apunta a que la solución final será convertir a este en un Golf eléctrico, lo que se suponía que iba a ser el compacto alemán desde un principio.
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En una primera instancia, Volkswagen pretendía hacer del ID.3 el sustituto, a la larga, del Volkswagen Golf, tarea que conlleva un gran peso. Y es que este se ha hecho notar al ver claramente cómo el eléctrico de Wolfsburgo no lo digiere demasiado bien, y es por ello que la casa alemana se está planteando redirigir la estrategia hacia otro punto: hacer un Golf eléctrico.
Y aunque bien es cierto que esto ya sucedió con el e-Golf, Volkswagen parece ser que quiere aprovechar el futuro lanzamiento del ID.Life de producción para engendrar ya no solo a un Golf eléctrico de nueva hornada, sino también al eléctrico asequible que prometía ser el ID.3 pero que no ha logrado.
Pese a que este no se ha vendido mal -registrado 76.600 ventas en todo el mundo en 2022-, está lejos de otros eléctricos de la marca. Y estas cifras junto a las críticas negativas que recibido el eléctrico alemán pueden haber sido motivo más que suficiente para que se replanteen las cosas en Volkswagen.
Así, el ID.LIfe, el llamado a ser el Volkswagen ID.2 de producción, podría estar en proceso de cambiar de concepto. En una primera instancia, este coche se iba a asentar como un pequeño crossover eléctrico, pero con el cambio de jefe de diseño en el proyecto -siendo ahora Andreas Mindt quien lleva la batuta- podríamos hablar de un compacto.
A ello habría que sumarle el cambio de nombre por directamente Golf o ID.Golf, algo que suena más que ID.3 y que implicaría una mentalidad diferente a la hora de comprar el coche. Y aunque bien es cierto que este saldría a la venta junto al Golf 9, sus trazos ya podrían estar empezando a tomar forma.
Todo ello, además, de la mano de la plataforma MEB+, que implica menos gastos de producción, y de un motor situado en el eje delantero para convertir a este compacto eléctrico en un coche tracción delantera. De esta manera el conjunto final podría abaratarse de manera notoria para alejarse de los 45.000 euros que implica el ID.3 de acceso hoy en día.
Ahora bien, ¿cuándo veríamos a este hipotético Volkswagen ID.Golf en acción? Todo apunta a que se presentaría en el año 2025, además de existir la posibilidad de que su producción se llevase a cabo en suelo español, concretamente en Martorell junto a su primo hermano, el CUPRA UrbanRebel de calle.
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