NO SE ROBAN MÁS LOS MÁS LUJOSOS

Los coches más robados de España: ¿qué tienen en común?

Tienen un punto en común: todos son vehículos compactos o medianos, ideales para moverse por ciudad. Eso significa que hay más unidades circulando, más posibilidades de encontrarlos aparcados en la calle y más oportunidades para los amigos de lo ajeno. No es lo mismo robar un Bentley aparcado en un garaje privado que un Golf que duerme en batería junto a otros veinte.

Seat Ibiza, tercera generación

Seat Ibiza, tercera generaciónCentímetros Cúbicos

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En España, los modelos más robados coinciden sospechosamente con los más vendidos. El SEAT Ibiza, el Volkswagen Golf, el SEAT León, el Ford Focus y el BMW Serie 3 encabezan casi todas las listas negras. Esta coincidencia no es casual: cuanto más común es un coche, más fácil resulta vender sus piezas en el mercado negro, y sí, los motores, centralitas y retrovisores de estos modelos vuelan.

Además de su popularidad, tienen otro punto en común: todos son vehículos compactos o medianos, ideales para moverse por ciudad. Eso significa que hay más unidades circulando, más posibilidades de encontrarlos aparcados en la calle y más oportunidades para los amigos de lo ajeno. No es lo mismo robar un Bentley aparcado en un garaje privado que un Golf que duerme en batería junto a otros veinte.

Otro elemento clave es la edad. Aunque también se roban modelos nuevos, muchos de estos coches tienen más de cinco años, y eso implica sistemas de seguridad más rudimentarios, cerraduras más vulnerables y menos protecciones electrónicas. Cuanto más viejo, más fácil de llevarse, sobre todo si hablamos de modelos fabricados antes de que los inmovilizadores fuesen estándar.

La demanda de piezas y el mercado negro

La razón principal por la que estos coches se roban no es para usarlos como coche de diario ni para darse una vuelta. Se los llevan porque sus piezas se venden como churros. Un retrovisor de Ibiza, una caja de cambios de Golf o una centralita de León tienen salida casi inmediata, y si el coche ha sido un superventas, aún más.

El SEAT Ibiza, por ejemplo, ha estado entre los más vendidos en 2023 y 2025, según datos de Focus2Move. Esto implica miles de unidades en circulación, y, por tanto, miles de posibles averías. Si alguien revienta el motor de su Ibiza, buscará otro igual en desguace. ¿Y si el desguace está montado en una nave de polígono sin licencia? Pues eso.

El BMW Serie 3 es un caso particular. Aunque no sea un coche de masas como el Ibiza, tiene mucha demanda en el mercado de segunda mano. Sus repuestos son caros y hay negocio asegurado. Además, algunos directamente se exportan enteros. Marruecos, por ejemplo, es uno de los destinos preferidos. Allí, un BMW robado aquí puede acabar circulando con matrícula nueva y pasado por un contenedor.

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P90083277 | Centímetros Cúbicos

Robos urbanos y ubicación del vehículo

Tres de cada cuatro robos ocurren fuera del domicilio, en plena calle o en parkings públicos. Así lo confirman datos recientes recogidos por medios como Sur in English o Highmotor. Esto refuerza la idea de que cuanto más habitual es un coche en zonas urbanas, más expuesto está. Y los cinco modelos mencionados son frecuentes en barrios, centros comerciales y polígonos.

Los coches más robados son, en su mayoría, compactos o utilitarios. Eso los hace menos llamativos, más discretos y fáciles de esconder. Nadie se fija si alguien abre un Focus blanco en un parking. No salta ninguna alarma social. Los ladrones lo saben, y por eso prefieren estos modelos antes que un deportivo o un SUV llamativo.

También influye la rapidez. Hay bandas organizadas que tardan menos de un minuto en llevárselo. Un vídeo difundido por la Policía Nacional en X muestra cómo roban un coche sin forzar nada, utilizando tecnología puntera. La discreción, la facilidad para pasar desapercibidos y la rapidez de ejecución hacen que estos coches sean un blanco perfecto.

Antigüedad y brechas en seguridad

Uno de los factores que más facilita el robo es la edad del coche. Muchos de los modelos robados tienen más de cinco años, lo que significa que se fabricaron sin tecnologías de seguridad modernas. Sin inmovilizador, sin bloqueo de volante real y con cerraduras fáciles de manipular, los ladrones tienen vía libre.

Un ejemplo: un usuario en X relató cómo le robaron su BMW E90 forzando el bombín de la puerta y accediendo al puerto OBD para arrancarlo en segundos. Esta técnica, habitual hace unos años, sigue siendo efectiva con muchos coches anteriores a 2015. Aunque las marcas han mejorado, el parque automovilístico envejece, y eso juega en contra del propietario.

Incluso los modelos nuevos pueden ser vulnerables si llevan sistemas de entrada sin llave. Los famosos ataques “relay” permiten amplificar la señal de la llave desde el interior de la vivienda, engañando al coche para que se abra y arranque, y sí, muchos Ibiza, León o Golf modernos tienen keyless. Si duermes cerca de la calle, estás expuesto.

Volkswagen Golf
Volkswagen Golf | David Clavero Domínguez

Tecnología, ataques modernos y ladrones profesionales

No todos los ladrones llevan pasamontañas ni destornilladores. Hoy, muchos usan portátiles, antenas de radiofrecuencia y software especializado. Hay bandas que actúan como técnicos informáticos, interceptan la señal de la llave y manipulan la centralita del coche en cuestión de segundos.

El problema es que muchas de estas tecnologías no dejan rastro. El coche desaparece sin señales de forzamiento, sin cristales rotos ni puertas abiertas. El propietario llega por la mañana y se encuentra con un hueco vacío. Al no haber pruebas visibles, la denuncia se complica y la investigación también.

La profesionalización del robo de coches va en aumento. Se combinan conocimientos técnicos con logística internacional. Hay estructuras que se encargan de robar, otras de despiezar y otras de exportar. Los coches más vendidos, más comunes y más antiguos son el alimento perfecto para esta maquinaria delictiva.

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