LO QUE NECESITAMOS… Y LO QUE NOS VENDEN

¿Y si el coche perfecto cuesta menos de 25.000€?

Los precios se han disparado, la vivienda está imposible y la economía familiar sobrevive como buenamente puede, así que muchos se preguntan: ¿de verdad hay que gastarse 35.000 o 40.000 euros para tener un coche decente?

Suzuki Swift

No se te ha pasado por la cabeza, pero este híbrido japonés de fiabilidad extrema es barato, tiene etiqueta ECO y es lo mejor si quieres un coche urbano que pueda salir a carreteraSuzuki

Publicidad

Comprarse un coche ha sido durante años algo más que cubrir una necesidad. Era una forma de mostrar éxito, de aspirar a más. Tener un modelo más grande, más potente o más equipado era una especie de medalla. Las cosas han cambiado porque los precios se han disparado, la vivienda está imposible y la economía familiar sobrevive como buenamente puede, así que muchos se preguntan: ¿de verdad hay que gastarse 35.000 o 40.000 euros para tener un coche decente?

Parece que no. De hecho, la oferta de coches por debajo de los 25.000 euros es cada vez más interesante. Hay modelos como el Dacia Duster, el Hyundai i20 o el MG ZS que ofrecen lo necesario: espacio, equipamiento básico, motores eficientes y tecnología útil. Puede que no deslumbren, pero tampoco decepcionan. Para el día a día, cumplen de sobra.

En un hogar medio, donde el coche sirve para ir al trabajo, hacer la compra, llevar a los críos al cole o salir de vacaciones, no se necesita mucho más. Con que sea cómodo, seguro, tenga un maletero decente y consuma poco, basta. Por fin es posible lograr todo eso sin endeudarse de por vida.

Lo que hay por menos de 25.000€

Las marcas lo saben, y por eso han afinado mucho su gama media. Ya no hace falta irse a versiones básicas sin aire acondicionado para mantenerse por debajo de esa barrera psicológica. Un Toyota Yaris Cross, un Kia Ceed o incluso un Renault Arkana con equipamiento razonable pueden encontrarse dentro de ese presupuesto.

Además, los acabados han mejorado tanto que cuesta distinguir si un coche es “barato” a simple vista. Pantallas táctiles, climatizador, sensores, asistencias a la conducción… todo eso viene de serie o casi. La sensación de coche es buena aunque no lleve cuero ni inserciones en madera. Lo que importa (la comodidad al volante, el espacio interior, la respuesta del motor) está bien resuelto.

Incluso en el terreno eléctrico, que parecía exclusivo de bolsillos generosos, empiezan a aparecer opciones interesantes. El nuevo Citroën ë-C3, por ejemplo, ofrece una autonomía suficiente para el día a día y un precio de partida competitivo. No hará largos viajes sin recargar, pero para muchos usuarios urbanos, es más que válido.

Citroën C3
Citroën C3 | Citroën C3

¿Realmente necesitamos más?

Esta pregunta incomoda a algunos fabricantes. Durante años, el negocio ha consistido en vender extras: el acabado superior, las llantas más grandes, el techo panorámico. Pero si el comprador empieza a fijarse más en lo que necesita que en lo que “mola”, ese margen de beneficio se estrecha, y eso cambia las reglas del juego.

Hay que reconocer que el marketing nos ha hecho creer que sin 150 caballos, navegador integrado y asientos calefactables uno no va cómodo, pero en realidad, para el uso que se le da al coche en España (trayectos cortos, algo de carretera, algo de ciudad) un modelo modesto cumple sin problemas. Lo importante es que no dé guerra, consuma poco y tenga un coste de mantenimiento asumible.

No se trata de conformarse con menos, sino de ajustar expectativas. La idea de coche perfecto no siempre tiene que ir ligada al precio más alto. A veces, el coche ideal es el que encaja con tu vida sin hacerte renunciar a otras cosas. Si encima cuesta menos de 25.000 euros, tanto mejor.

Antena 3» Noticias Motor

Publicidad