Aunque la Lotería de Navidad se pone a la venta en verano, las semanas previas al sorteo, que se celebra cada año el 22 de diciembre, son en las que se genera más expectación. Incesantes colas frente a las administraciones de lotería —especialmente frente a las más populares, como Doña Manolita, la Bruixa d'Or o Manises—, todo tipo de supersticiones y sí, mucha gente dándoselas de adivino. Cada año, los videntes de turno lanzan al aire sus apuestas, señalando los números que los astros le dicen que serán los agraciados de los principales primos.

¿Por qué? Porque todo el mundo quiere saber cuál será el número que se llevará el Gordo. El conocidísimo Maestro Joao, siguiendo un ritual con el ojo de tigre, una piedra especial que "atrae el dinero, la suerte y el éxito", aboga por el 03261 como número ganador de la Lotería de Navidad este año. "Este año estoy seguro de que va a ser el Gordo", explicaba en Zapeando. Cada uno tiene sus apuestas, por supuesto.

Sin embargo, no es el único que se ha aventurado a adelantar la combinación que se llevará los cuatro millones de euros el día del sorteo. David Hermando, otro 'vidente' que publica contenido en TikTok bajo el nombre de @viajealotrolado, aseguraba que el agraciado sería el 73920, no sin advertir de que "esto es puro entretenimiento, ya lo sabéis". Entre las administraciones que lo tenían a la venta está Manises, un clásico de Valencia, que llegó a recibir medio millar de llamadas telefónicas preguntando por este número.

¿Sabe ChatGPT qué número va a tocar?

Lo cierto es que ChatGPT no se 'moja' mucho con esto, apelando a la razón. Eso sí, a través de un análisis de probabilidad, teniendo en cuenta los más de 200 números que se han llevado el primer premio del sorteo navideño a lo largo de la historia apunta por otros dos números, el 03695 y el 02695. Es curioso, cuando menos, que la apuestas de Joao y la primera de ChatGPT coinciden en las dos primeras cifras, apuntando a un número relativamente bajo.

Aun así, la inteligencia artificial advierte de que no tiene "la capacidad de predecir números ganadores de loterías ni eventos futuros específicos". "Las loterías son juegos de azar y los resultados son completamente aleatorios. Cualquier intento de predecir el resultado de una lotería sería pura especulación y no estaría basado en información confiable", asegura este chat cuando se le hace la pregunta en cuestión.

Esto es lo que dice ChatGPT al preguntarle qué número se llevará el Gordo de la Lotería de Navidad de 2023

Sin embargo, y aunque nada es certero —tanto es así que ChatGPT insiste, además de en jugar de manera responsable, en ser consciente de que "las probabilidades de ganar suelen ser muy bajas"—, agarrarse a la superstición es la esperanza de muchos, hasta el punto de que los dos números que propone la inteligencia artificial se agotaron a finales de noviembre, casi un mes antes del sorteo. "Si la inteligencia artificial acierta los números, se acaba la Lotería", aseguraba a laSexta el delegado de Loterías en La Rioja.

¿Pero alguien sabe qué número va a tocar?

Ni estadística, ni probabilidad ni la llamada de los astros. Lo cierto es que de ninguna manera se puede adivinar el Gordo de la Lotería de Navidad, como tampoco se puede acertar ningún acontecimiento futuro. Pero tampoco se pueden aumentar las probabilidades de ganar... sin perder. Y precisamente de esto advierte Javier Álvarez Liébana, ayudante doctor en la Facultad de Estudios Estadísticos de la Universidad Complutense de Madrid, quien señala a aquellos "altruistas" que comparten "métodos novedosos" para ganar. "La única opción de aumentar tus opciones es gastarte más dinero", asegura.

"Al ser un juego de azar en el que cada resultado es equiprobable, las probabilidades de perder son las mismas, optes por el número que optes. Es alrededor de esta última premisa sobre la que versan varios de los bulos que circulan estos días, mencionando una supuesta 'memoria' de los números premiados en el pasado (bulo conocido como la falacia del apostante)", explica, en un texto publicado en la página web de la UCM.

¿Qué quiere decir esto? Álvarez Liébana pone un ejemplo más sencillo: cada vez que lanzas una moneda al aire tienes un 50% de probabilidades de que salga cara (y el mismo porcentaje, de que salga cruz). Independientemente del número de veces que se lance la moneda al aire, y del número de veces que salga una u otra opción, las probabilidades siempre son las mismas: del 50%.

Con la Lotería de Navidad ocurre exactamente lo mismo: con un solo décimo, las probabilidades de llevarse el Gordo son ínfimas —una entre 100.000—. Aunque eso, apunta, no implica que necesariamente los estadísticos o matemáticos opten por no jugar a loterías u otros sorteos de azar. "También participamos en la lotería de Navidad, y la decisión tiene más que ver con la sociología que con la probabilidad, aunque esta última nos diga que la mejor forma de no perder dinero es no participando".