Pedro Sánchez ha anunciado este lunes el adelanto de las elecciones generales, que pasan de celebrarse en diciembre a hacerlo en julio. Pero ¿por qué ha actuado así el Gobierno de coalición de PSOE y Unidas Podemos? El factor principal tiene que ver con la debacle que sufrió este domingo, 28 de mayo, el bloque progresista en las elecciones municipales y autonómicas. Unas elecciones que tiñeron de azul la práctica totalidad del mapa político español. Y con esos resultados, desde Más Vale Tarde hemos querido realizar un experimento.

Hemos extrapolado los resultados que recogieron las urnas de este 28M a las elecciones generales del 23 de julio para comprobar en qué posición quedarían los partidos y, especialmente, los bloques que conforman cada uno (el conservador, con PP y Vox, y el progresista, con PSOE y Sumar). Para ello, hemos utilizado las cuentas que ha empleado El País con el cálculo matemático de el sistema D'Hondt. Los resultados son, cuanto menos, sorprendentes.

El PP ganaría las elecciones generales, pero su suma con Vox no sería suficiente para alcanzar la mayoría absoluta y formar gobierno. Con esta unión, ambos partidos llegarían a obtener 158 escaños, lejos de la mayoría absoluta, situada en los 176. Con esta fórmula, surgen varias dudas: la primera, relativa al desplome de Vox. ¿Por qué caería si ahora ha ganado territorio? Porque en estas elecciones ha obtenido un 7% de los votos frente a las últimas generales, donde obtuvo un 15%.

Con el PSOE ocurre justamente lo contrario. A pesar de que pierde poder territorial en este 28M, con el cálculo de la ley D'Hondt, si se trasladan sus resultados de las municipales y autonómicas a las generales no solo mantendría los escaños que consiguió en 2019, sino que podría incluso mejorar sus datos con dos diputados más. En cambio, el batacazo sería serio para Unidas Podemos si se presentan a estas elecciones de la misma forma que lo han hecho en las municipales y autonómicas: en solitario.