Los grupos que apoyaron la investidura de Pedro Sánchez vuelven a la carga. "No nos vamos a rendir", dicen, y han vuelto a registrar una Comisión de investigación sobre las presuntas irregularidades e ilegalidades cometidas por miembros de la Casa Real y las influencias políticas, diplomáticas y comerciales con Arabia Saudí.

En total, nueve partidos parlamentarios han firmado la petición: PNV, ERC, Junts per Catalunya, Pdecat, Bildu, Más País, Compromis, BNG y la Cup. En la lista no está Unidas Podemos, partido de Gobierno, pero también los de Iglesias apoyan que la cámara baja investigue los escándalos relacionados con la Casa Real y, en particular, los negocios del rey emérito Juan Carlos I.

Pero, de nuevo, esta petición se quedará en nada. Le espera el mismo camino que tomaron las otras nueve peticiones de comisión de investigación sobre este asunto registradas en esta legislatura. Morirá casi al mismo tiempo de su nacimiento. Ni tan siquiera pasará el primer trámite parlamentario. Una vez más es el Partido Socialista quien podría inclinar la balanza pero tampoco esta vez lo hará de lado de su creación. Los de Pedro Sánchez ya han dejado claro que no van a cambiar su posición sobre este asunto. Consideran que no es el Congreso el lugar dónde investigar a miembros de la Casa Real porque tiene sus funciones muy tasadas en la Constitución Española y controlar al jefe del Estado no está entre ellas. Añaden, además como argumento, que el asunto está judicializado. Así que, una vez más y ya serán 10, el PSOE, el PP y Vox unirán sus votos en la mesa del Congreso para tumbar las pretensiones de la izquierda parlamentaria y los grupos nacionalistas e independentistas.

A los socialistas no parece afectarles en exceso que todos los dedos apunten hacia ellos. No se sienten muy incómodos por las acusaciones de que pueden estar protegiendo prácticas corruptas. Tienen claro que ellos quieren dar la imagen de un partido de Estado y de Gobierno que cuida las Instituciones y la estabilidad constitucional. Están absolutamente comprometidos con Felive VI y con la salvaguarda de la monarquía y se niegan a que el Congreso que ellos presiden sea el lugar en el que se desprestigie a la Casa Real. Es también la manera que tienen de diferenciarse de su socio de coalición, Unidas Podemos: nosotros somos el orden, ellos el caos.

Los grupos parlamentarios que promueven la comisión de investigación quieren investigar la existencia de estructuras opacas, las posibles cuentas irregulares de miembros de la Familia Real, el presunto blanqueo de capitales del exjefe del Estado, las posibles actividades de comisionista realizadas por Juan Carlos I así como los beneficiarios de sus actividades ilícitas o ilegales.

Pero nada de eso será objeto de trabajo parlamentario. Serán, por tanto, diez las comisiones de investigación sobre el Rey emérito bloqueadas por la mayoría de PSOE y PP desde que Pedro Sánchez llegó a Moncloa en enero de 2020. Hay cosas que, de momento, no van a cambiar por mucho ruido que haya. Si en algo pueden entenderse Casado y Sánchez es en la protección de la Monarquía.