El cáncer de próstata es el tumor más frecuente en hombres con un total de más de 35.000 nuevos casos o diagnósticos cada año en España. La curación o probabilidades de supervivencia aumenten cuanto más precoz sea el diagnóstico.

Este tumor suele ser asintomático, excepto en aquellos casos ya avanzados, por lo que es fundamental hacerse revisiones periódicas, sobre todo a partir de los 50 años: "Su pronóstico es generalmente bueno, especialmente cuando se diagnostica a tiempo", tal aseguraba a laSexta.com en el artículo Estos son los síntomas de las tres enfermedades más frecuentes de la próstata, la uróloga Clàudia Mercader i Barrull, del el Hospital Clínic de Barcelona.

Por otro lado, algunos de los factores de riesgo más destacados para desarrollar este tumor, según se han descrito científicamente, serían la edad (a mayor edad, mayor probabilidad); la predisposición genética los antecedentes familiares.

Ahora y según un nuevo trabajo presentado en el Congreso Europeo sobre Obesidad (ECO) que se celebra en Dublín (Irlanda) concluye que "el aumento de peso en los últimos años de la adolescencia y en la veintena aumenta el riesgo de muerte por cáncer de próstata en etapas posteriores de la vida".

El análisis de los datos de más de 250.000 hombres suecos reveló que "el aumento de peso a lo largo de la vida se asociaba al desarrollo de cáncer de próstata en general y de cáncer de próstata agresivo y mortal. La relación con el cáncer de próstata agresivo y mortal se debía al aumento de peso entre los 17 y los 29 años".

Así, "es importante saber más sobre los factores que causan el cáncer de próstata es clave para prevenirlo", afirma la Dra. Marisa da Silva, del Departamento de Medicina Traslacional de la Universidad de Lund (Suecia).

Ya que, añade la experta, "los únicos factores de riesgo bien establecidos, como el aumento de la edad, los antecedentes familiares de la enfermedad y varios marcadores genéticos, no son modificables, por lo que es vital identificar factores de riesgo que puedan cambiarse", añade la experta. La obesidad además está relacionada con un mayor riesgo de otros tipos de cáncer.

Aunque muchos cánceres de próstata son de crecimiento lento y pueden no causar daño al hombre a lo largo de su vida, otros son más agresivos (se han extendido o es probable que se extiendan rápidamente fuera de la próstata y son más difíciles de tratar) y es importante averiguar si tienen los mismos o distintos factores de riesgo.

Tanto es así que, como hemos dicho, las probabilidades de supervivencia son mayores cuanto más temprano es el diagnóstico, es decir, cuanto menos extendido está el tumor; sin embargo y según datos recientes de CRIS Contra el Cáncer, "entre un 5-10% de los pacientes reciben el diagnóstico cuando ya existe alguna metástasis, lo que complica ese pronóstico".

Relación entre obesidad y cáncer de próstata

Por otro lado, debemos destacar que existen investigaciones anteriores han encontrado pruebas sólidas de que el exceso de grasa corporal aumenta el riesgo de cáncer de próstata mortal. Sin embargo, no están claras las pruebas de que la grasa corporal esté asociada al cáncer de próstata en general. Además, muchos de estos estudios se basaron en mediciones de la grasa corporal en un momento determinado y no evaluaron la agresividad.

Para saber más sobre la relación entre el peso y el cáncer de próstata, la doctora Da Silva y sus colegas analizaron los datos de 258.477 hombres cuyo peso se había medido al menos tres veces entre los 17 y los 60 años, como parte del estudio Obesity and Disease Development Sweden (ODDS). El peso se midió de forma objetiva (83%), subjetiva (5%) y recordada (12%).

Los hombres, que estaban libres de cáncer de próstata cuando se inscribieron en el ODDS entre 1963 y 2014, fueron seguidos hasta 2019 (mediana de seguimiento de 43 años). Se registraron los diagnósticos de cáncer de próstata y las muertes durante ese tiempo. Los resultados mostraron que de los 258.477 hombres participantes del estudio, a 23.348 se les detectó cáncer de próstata, con una edad media en el momento del diagnóstico de 70 años, y 4.790 murieron a causa del tumor.

Según refiere el estudio, los participantes aumentaron una media de 0,45 kg/año durante una mediana de 16 años desde la primera hasta la última observación del peso. El aumento de peso fue mayor al principio de la vida. Fue de una media de 0,73 kg/año entre los 17 y los 29 años, de 0,34 kg/año entre los 30 y los 44 años y de 0,22 kg/año entre los 45 y los 60 años.

Así y según las indicaciones de esta investigación, el aumento de peso se asoció tanto con el desarrollo del cáncer de próstata como con su agresividad. El aumento de peso (más de medio kg al año) en comparación con un peso estable a lo largo de la vida de un hombre se asoció con un riesgo un 10% mayor de cáncer de próstata agresivo y un riesgo un 29% mayor de cáncer de próstata mortal.

La doctora Da Silva recuerda que "investigaciones anteriores han relacionado las concentraciones elevadas del factor de crecimiento similar a la insulina-1 (IGF-1), una hormona que interviene en el crecimiento y el desarrollo celular, con un mayor riesgo de cáncer de próstata. Los niveles de esta hormona son elevados en personas con obesidad y un aumento pronunciado de peso puede alimentar esta elevación y el desarrollo del cáncer", advierte la doctora.

"Prevenir el aumento de peso en la edad adulta joven puede reducir el riesgo de cáncer de próstata agresivo y mortal", señala la doctora; aunque "no sabemos si es el aumento de peso en sí o la larga duración del sobrepeso el principal impulsor de la asociación que observamos. No obstante, hay que ganar peso para ser más pesado, por lo que evitar un aumento brusco de peso en los hombres jóvenes es imprescindible para prevenir el cáncer de próstata", concluye.