Protegerse del sol y aplicarse bien la crema solar es fundamental para evitar los daños que la radiación ultravioleta puede producir, como el cáncer de piel y el melanoma. Sin embargo, a veces no lo hacemos del todo bien. Y eso que cada vez estamos más concienciados de todos los cuidados que debemos tener frente al sol.

Según datos de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), "a pesar de que el 92% de las personas reconoce que la exposición al sol puede generar problemas de salud, sólo un 18% de ellas protege siempre su piel". Por ello, es importante que sepamos cómo usar correctamente nuestra crema solar o fotoprotector, porque "el bronceado saludable no existe", tal como afirma a laSexta.com el Dr. Leandro Martínez, dermatólogo y presidente del Congreso del 49º de la AEDV celebrado en Málaga la semana pasada.

Según explican desde la academia, la relación entre exposición al sol y cáncer de piel fue descubierta en 1956. Sin embargo, todavía hay muchas personas que pasan mucho tiempo al sol. Datos publicados en 2020 por esta entidad señalan que el 61% de las personas cree que estar bronceado es atractivo, Sin embargo, debemos tener claro que "el bronceado es una reacción defensiva de la piel a la exposición solar", explica el doctor.

No obstante, "también hay que reconocer que a la población ya no le gustan esos referentes de bronceados intensísimos que veíamos hace algunas décadas. Pero es importante concienciar y seguir haciéndolo de que que cuanto más minimicemos la exposición a la radiación ultravioleta, mucho mejor", expone el doctor.

"Una exposición moderada -y consentido común- es positiva para la síntesis de vitamina Dy endorfinas, pero tenemos que evitar hacer exposiciones prolongadas", añade el experto. Las horas de sol se van acumulando y la piel tiene memoria.

"La aparición de las quemaduras es el límite donde nunca podríamos llegar", señala el experto, especialmente en la infancia y adolescencia, ya que, según explican desde la academia, "el riesgo de melanoma en la edad adulta se duplica si en la infancia o adolescencia se sufrieron quemaduras".

Por lo que tanto las quemaduras solares como el cúmulo de horas expuestos al sol a lo largo de nuestra vida son factores de riesgo que incrementan el riesgo de aparición de cáncer de piel, y que también se asocian al envejecimiento de la piel", afirma la Dra. Reyes Gamo, coordinadora de la Comunidad de Madrid de la Campaña Euromelanoma de la Fundación Piel Sana de la AEDV.

Por ello, es importante además de evitar exposiciones largas, prolongadas y crónicas, protegernos bien del sol y usar adecuadamente nuestra crema solar. Sólo hay que hacer caso a estas 5 claves.

1. Observar la fecha de caducidad de la crema solar

Los fabricantes de cremas solares aseguran -bajo pruebas de laboratorio- unas condiciones idóneas para esa crema solar que, normalmente, y tal como apunta la doctora Reyes Gamo, suele ser de unos 12 meses. "Es posible que dure más tiempo, pero ellos aseguran la capacidad de las características de la crema para ese periodo de tiempo. Se recomienda no usar después porque la crema puede perder la efectividad", sostiene la experta.

Para ver cuando caduca esa crema solar -añade el doctor Martínez- es importante observar en el bote la indicación o acrónimo PAO que suele aparecer con un número y la letra "m". Por ejemplo, 12m, 18m... "Si en la indicación pone 12m (12 meses) esa crema se podrá usar durante 1 año desde el día en que se haya abierto. Por lo que se abrió por ejemplo, el 1 agosto, todavía te serviría para este verano, hasta esa fecha", explica el experto. No obstante, es importante conservar bien esa crema.

2. Aplicar la cantidad adecuada

"Hay que ser generosos aplicando la crema solar: gran parte de la población no se aplica la cantidad suficiente", explica la doctora. La cantidad adecuada sería unos 2 miligramos por centímetro de superficie corporal, lo que viene siendo unos dos dedos de crema en la zona de la cara, y para el cuerpo, la cantidad que cabría en un 'chupito' de un medidor de un medicamento.

Por otro lado, es importante también extenderse bien toda la crema por el cuerpo de forma uniforme, no dejando ninguna zona del cuerpo por aplicar. Además, "no hace falta aplicarse la crema unos 20-30 minutos de salir a la calle, como se pensaba antes, para que haga efecto: bastaría con unos 10 minutos antes", indica la experta.

3. Reaplicar la crema solar

Otra de las medidas adecuadas para que nuestra crema haga efecto es reaplicarla cada 2 horas o bien cuando salgamos del agua o si por ejemplo, hemos sudado haciendo ejercicio. "Son características que hacen que la crema tenga eficacia, por lo que es importante reaplicarla y repetir la acción -igualmente con la misma cantidad- cada dos horas.

En el caso de que vayamos maquillados/as, por ejemplo al trabajo, para reaplicarnos la crema podemos usar -según explica la doctora- brumas de protección solar y sobre todo (una recomendación muy útil) sería utilizar fotoprotectores con color "que igualmente habría que aplicar en una cantidad generosa y reaplicar igualmente cada dos horas.

4. Usar un factor de protección adecuado

Depende de cada fototipo de piel, podremos usar uno y otro. Pero realmente lo que expresa el factor de protección solar es el incremento de tiempo de exposición antes de quemarte. Por ejemplo, "si usas un factor de protección 10, incrementas por 10 el tiempo de exposición antes de quemarte y un factor 30 multiplica por 30 el tiempo de exposición antes de quemarte", explica la doctora.

Realmente -asegura- "antes, las cremas no estaba tan logradas como ahora, pero hoy en día a la hora de elegir un fotoprotección entre 30 y 50 es mejor elegir el de 50 porque multiplica por 50 tu resistencia a quemarte". Es cierto no obstante que dependerá de cada fototipo de piel. Esto ,"pieles muy claras con fototipos 1 ó 2, si no llevas absolutamente nada de protección solar, tardarían muy poco en quemarse. Un fototipo 1 tardaría unos 10 minutos, un fototipo 2 se quemaría en 15-30 minutos, mientras que un fototipo 6 tardaría hasta 1 hora en quemarse (sin nada de protección solar). Por lo que para pieles claras mejor usar siempre un factor 50 y fototipos más oscuros no necesitarían a lo mejor, factores tan altos", explica la doctora.

Pero la recomendación es de, al menos, usar cremas solares que tengan mínimo 30 y en pieles más claritas, siempre protección 50. También es importante observar que en el envase aparte del factor de protección (SPF) ver que protejan contra los dos tipos de rayos ultravioletas: radiación UVB y radiación UVA.

5. Utilizar además protección física

Pese a todo, "la crema solar no protege al 100%. Las cremas de protección solar se prueban en condiciones idóneas del laboratorio, pero fuera, es más complicado que tengan una protección complota: porque no nos echamos bien la crema, porque sudamos… Hay una serie de factores que también influyen y por eso es importante usar las otras medidas de protección", asegura la experta.

En este sentido, el doctor Martínez, igualmente aboga por usar siempre otros factores físicos de protección como el uso de gorras y sombreros, utilizar ropa traspirable, hacer uno de las sombras, ponerse gafas de sol y evitar las horas centrarles del día. "Además de la protección solar, es importante también llevar a cabo estas medidas de protección físicas", concluye.