El salto fue repelido en una acción coordinada por fuerzas marroquíes y efectivos de la Comandancia de la Guardia Civil. No obstante, "la violencia y el abultado número de los inmigrantes participantes en el mismo impidió contenerlos en su totalidad".

De los 209 inmigrantes que han entrado a Melilla, cuatro han necesitado asistencia médica por traumatismos no graves.

Un guardia civil fue agredido por un inmigrante con uno de los garfios que utilizan para trepar por la valla. El agente, en un reflejo instintivo, consiguió esquivar parte del impacto, que finalmente le alcanzó el lóbulo de la oreja izquierda en la que ha requerido varios puntos de sutura.

Los inmigrantes, salvo los que esperan ser atendidos, se encuentran en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes.