Es la casa en la que la Guardia Civil, ha encontrado los cuerpos de un matrimonio brasileño y sus hijas de cuatro y un año descuartizados.

"Fue la vecina medianera que empezó a decir que mal olor, que olía muy mal esa parte. Por eso, llamaron al vigilante", ha informado una vecina.

El mal olor ha alertado a los vecinos, igual que el pan que dejaba el repartidor, acumulado en la puerta desde hace días.

"No sentíamos nada, no veíamos luz y no sentíamos a las niñas", ha señalado otra vecina.

Por eso avisaron a la policía que registró el domicilió y encontró los cuerpos en bolsas de plástico. La familia llevaba de alquiler desde agosto. Según los vecinos, salían poco de casa, y no tenían coche.

"Es que no le he visto. Le vi una vez. Ni salía de la casa ni nada", ha afirmado un residente de la zona. "Iba a por el pan que se iba andando al pueblo porque no tenían coche. Pero ni hablaban con nadie ni nada, yo no he tenido ninguna relación con ellos ni nada", ha añadido otra.

La policía científica ha estado cerca de 20 horas registrando cada rincón de la casa. Y la Guardia Civil ha preguntado a todos los vecinos de la zona, asustados, al saber que podría tratarse de un ajuste de cuentas.