Leonor ya no tendrá que subir tres pisos con su hijo a la espalda, ya que el gobierno Canario le ha entregado las llaves de una vivienda adaptada, en una planta baja, con rampas y acceso para su hijo que padece una distrofia muscular y una parálisis cerebral.

Tras diez años de lucha, Leonor y su hijo se despiden de este piso que tantos malos momentos les ha dado.

Ahora, es Cruz Roja quien baja a Manolo, el hijo de Leonor, hasta la calle, pero, durante una década, Leonor ha cargado sus 70 kilos sobre su espalda para subir y bajar los tres pisos de su vivienda. 40 escalones que a partir de este viernes cambia por este una rampa y una vivienda adaptada.