La mujer había aparcado en la puerta del edificio de Benxi, en China, durante 38 horas y tras negarse a pagar una multa. Los guardias de seguridad decidieron darle una lección que nunca olvidará.

El jefe de los guardias decidió contratar una gran grúa para que levantara el coche y lo colocara encima de una pequeña casa. La lección no sólo sorprendió a la dueña del vehículo, también a todos los vecinos de la ciudad, anonadados al ver ahí el coche.

Según el diario 'Metro', la mujer denunció el caso ante la Policía Local que obligaron al presidente de la comunidad de vecinos a bajar el coche de allí, por lo que tuvieron que contratar un nuevo camión pluma.