La principal víctima de aquel episodio de violencia asegura que a día de hoy todavía le cuesta dormir. Sigue soñando con los disparos que a punto estuvieron de acabar con su vida en el salón de juego que regentaba en Santa Coloma de Gramanet.

Su agresor llevaba días perdiendo dinero en las máquinas tragaperras y eso motivó su disparo a bocajarro contra el encargado del local y sus amenazas, pistola en mano, a otros clientes del salón, que tuvieron que huir despavoridos.

El hombre, acusado de intento de homicidio y amenazas, se sienta ahora ante el juez por lo ocurrido aquel día. Tuvo la sangre fría de comprobar que la persona a la que había disparado seguía con vida e intentó rematarlo disparándole de nuevo pero, por fortuna, el arma que portaba se encasquilló y la víctima puede contarlo ahora en el juicio contra su agresor.

A día de hoy, la víctima continúa bajo tratamiento psicológico, he perdido audición y la movilidad de la parte izquierda de su cara. Su agresor se enfrenta a 14 años de prisión. Según la Fiscalía era cliente habitual de esta local de apuestas de Santa Coloma de Gramanet.

Antes de disparar en el mismo local que regentaba su víctima, había pasado una racha de mala suerte en las máquinas de juego del establecimiento. Él mismo solicitó reunirse con el encargado para que le devolvieran el 10% del importe que había perdido y, tras una breve conversación, sacó un arma y disparó contra él. Los Mossos le buscaron durante días hasta que se entregó voluntariamente en el juzgado reconociendo los hechos.