Este viernes ha marcado el inicio del juicio en el Juzgado de Menores número uno de Sevilla por el asesinato de Jesús Rosado, el joven que perdió la vida en Palomares del Río (Sevilla). Jesús estaba estudiando el Grado en Turismo y quería ser policía cuando la noche de Halloween de 2022 volvía de Mairena (Sevilla) y un grupo de jóvenes le persiguieron y le apalizaron en la puerta de su casa.
Entre los cinco implicados esa noche, cuatro eran menores, pero solo uno de ellos, ahora mayor de edad, se ha enfrentado al banquillo en esta jornada. Mientras tanto, el otro imputado permanece en prisión preventiva, habiendo testificado previamente junto a los otros tres jóvenes presentes en el momento de la agresión fatal.
La madre de Jesús Rosado, Carmen Jiménez Cifuentes, ha liderado una emotiva concentración a las afueras del juzgado, acompañada de familiares y amigos del fallecido que lo han recordado como "un chico muy bueno y nada conflictivo". Bajo la pancarta que proclamaba "que el mal no dure y que el bien no se rinda", Jiménez Cifuentes ha pedido justicia y ha llamado la atención sobre el preocupante aumento de delitos juveniles.
"Un joven con 16 o 17 años es plenamente consciente de sus actos y debería serlo también de sus consecuencias", ha firmado Jiménez, instando a un debate social y jurídico sobre el comportamiento de los jóvenes y la necesidad de una reforma legal de la ley del menor "matar no puede salir tan barato", ha concluido.