Los escándalos que salpican al fiscal Anticorrupción comenzaron por su actuación en la operación Lezo a finales de abril, cuando se supo que intentó parar uno de los registros.

A través de un escrito con aval del fiscal general del Estado, José Manuel Maza, quiso detener uno de los registros. Sin embargo, los responsables de la investigación se opusieron, lo que obligó a convocar una junta de fiscales. En ella, la mayoría se puso en contra de su jefe y finalmente todo continuó.

Posteriormente se conoció que el polémico fiscal rechazó hasta tres veces investigar a Ignacio González y su concesión de un campo de golf a su hermano y su cuñado. Una plataforma vecinal lo intentó una y otra vez, pero Moix, entonces fiscal jefe madrileño, le dio carpetazo.

Cabe destacar que antes del nombramiento, José Manuel Maza fue avisado hasta en dos ocasiones de que Ignacio González quería colocar en la Fiscalía Anticorrupción a Manuel Moix.

A pesar de ello, votó a favor de su nombramiento. Según ha sabido laSexta, las advertencias le llegaron de los propios fiscales y en el segundo aviso se hizo el sorprendido, cuando ya lo sabía desde hacía una semana.

Posteriormente, también se conoció que un imputado en el caso de los cursos de formación de Madrid explicó que la Fiscalía de Moix le ofreció un acuerdo a cambio de exculpar a la comunidad de Madrid de González. Para salir de prisión solo tuvo que "echar mierda" a la patronal.

Estas informaciones llegaban antes de que un documento hasta entonces inédito probara que el fiscal Moix mintió al afirmar que no intentó apartar a los fiscales del 'caso Lezo'. Moix hablaba de "la premura de tiempo para designar a otros Fiscales en la llevanza del presente procedimiento".

Y envuelto en tantas polémicas por la operación Lezo, pidió que los agentes de la UCO y de la UDEF le dieran directamente a él los dosieres de las investigaciones que estén llevando a cabo y que todavía no han entregado en forma de denuncia para que no llegaran a la prensa.

Lo que no pudo evitar Moix es que Infolibre hiciera explotar la bomba al dar a conocer que Manuel Moix mantiene activa desde 2012 una sociedad en Panamá que es propietaria de un chalé en Collado Villalba (Madrid), valorado en unos 550.000 euros, algo que justificó afirmando que "es ético que los hijos hereden de los padres".

En sus explicaciones sobre la polémica, el fiscal cayó en contradicciones. Dice que no disolvió la sociedad para ahorrarse 90.000 euros pero pudo haberle salido gratis.

Finalmente, Moix se quedó sin apoyos en el Gobierno, e incluso la asociación de fiscales que le aupó pedía su dimisión porque la imagen de imparcialidad está "comprometida". Manuel Moix ha acabado dimitiendo "por motivos personales".