Hubo un tiempo en el que Westminster se trasladó a una aldea de Barcelona y para vérselas con Enrique IV había que pedir audiencia en la Colegiata de Cardona. "Lord Percy se encuentra aquí abajo delante de las escaleras y el rey Enrique IV arriba en la zona del presbiterio", explica Salvador Lara, guía conserje del Castillo de Cardona.

Es una escena de Campanadas a Medianoche, rodada en parte en este municipio catalán hace 50 años. Ahora la Academia Europea del Cine ha distinguido a Cardona como 'Tesoro cultural de la geografía europea', el octavo de Europa, primero de España. Una forma de proteger localizaciones cinematográficas con carácter histórico.

"Para Cardona es un atractivo más para que haya un turismo cinematográfico y el siguiente paso va a ser abrir un espacio en Cardona de memorial de Orson Welles", señala Esteve Riambau, director de la Filmoteca de Cataluña.

En el pueblo aún recuerdan la llegada del rodaje, fue el 'Bievenido Mister Marshall' de la época. "Yo los primeros tejanos que vi, los vi a Norman Rockwall", señala Silvia Muntané, peluquera de Cardona. "Welles quería tomar whisky y como no teníamos pedimos whisky en otra población y a partir de ahí llegó el whisky a Cardona", señala Teresa Dabins, copropietaria de una restaurante.

Welles lo tuvo más difícil con el teléfono. "Pidieron la conferencia a Estados Unidos y tardaron tres días en dásela", señala Dabins. La colegiata, un edificio del siglo XI, se había utilizado como cárcel en la guerra civil y en la postguerra. Welles se la encontró en ruinas y su talento hizo el resto.