Turismo activo entre pastores en los valles del Pirineo catalán

En Llavorsí saben bien lo que significa ser un cruce de caminos. En este pequeño pueblo del norte de la provincia de Lérida, a no demasiados kilómetros de Andorra y a un paso del Parque Natural del Alto Pirineo, desemboca el Cardós en las más caudalosas aguas del Noguera Pallaresa, todo ello en la enorme terraza que forma el pueblo a lo largo de la ribera izquierda de este, como si ningún vecino se lo quisiera perder. Al mismo tiempo, es el punto común de los caminos de tres valles: el de Vallferrera, Coma de Burg y Cardós, confluencia del Alto Pallars. Y ahí, en el centro, un grupo de casas con mucho encanto que ha sabido adaptarse a los tiempos y luchar contra una evolución demográfica poco halagüeña gracias a la reivindicación de sus costumbres y a un turismo deportivo, nunca mejor dicho, de altura.

Y es que este pequeño municipio de menos de 400 habitantes ha sido elegido por el portal especializado en viajes Trivago como "el mejor sitio de España para la práctica de deportes de riesgo y aventura en río como el rafting". No es para menos. En Llavorsí no hay modalidad que se les resista. Entre ellas, uno que cada vez tiene más predicamento: el hidrospeed.

El hidrospeed es un deporte consistente en descender un río a lomos de un trineo flotante sobre el que se va tumbado, y cuya propulsión se consigue a través de unas aletas de buceo. La empresa Rafting Llavorsí es una de las que ofrecen esta posibilidad en los ríos del valle, con recorridos que oscilan entre los 5 y los 14 kilómetros (precios, desde 41 €/persona).

No es la única modalidad diferente que se puede practicar. Con el buen tiempo, es posible recorrer los 14 kilómetros del tramo Llavorsí-Rialp a lomos de una embarcación neumática, el Bus-Bob, alargada y con capacidad para cuatro personas, en la que se desciende con aguas bravas sin sujeción alguna. Esto obliga a mantener un equilibrio digno de titanes, así como a remar coordinadamente, siguiendo las instrucciones del líder del grupo.

Todo esto es posible gracias a que la Nogueresa Pallaresa es el río con mayor caudal navegable para deportes de aguas bravas en España, siendo junio el que más agua arrastra hacia el sur. Pero no solo es perfecto para el turismo activo, sino también para otras disciplinas que invitan a la calma como la pesca. Aquí los amantes de la seda, el carrete y la caña pueden volver a casa con muy interesantes ejemplares de trucha.

Y como todo no va a ser mirar al río, también toca disfrutar de un paisaje espectacular: el de los Pirineos, y, por qué no, el de sus tradiciones. En Llavorsí se celebra el Concurso de perros pastores cada verano, lo que permite a las familias de turistas conocer de primera mano una labor centenaria, así como sentirse, al menos durante unos minutos, como auténticos guardianes de ovejas (a mediados de agosto). Por cierto, que la Feria de la Oveja también se celebra en la localidad.

Además, un paseo por sus calles y los alrededores nos permitirá conocer restos del Románico y lugares emblemáticos como los Bronces, el Castillo de Gilareny o los dólmenes de Baiasca.

Miembro fundador de la Red de Pueblos con Encanto de la provincia de Lérida, todas las posibilidades de Llavorsí están adaptadas a las últimas tecnologías gracias a una aplicación para móviles creada para el Parque Natural del Alto Pirineo. Así, en la palma de la mano tendremos todas las claves para una escapada deportiva, cultural, natural... con mucho encanto.

Más información:
Turismo de Llavorsí
Diputació de Lleida
Rafting Llavorsí
Trivago