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LA RIOJA

Cuenta atrás para la Batalla del Vino

La ciudad riojana de Haro celebra el próximo lunes 29 de junio su ya mítica fiesta del vino. El día de San Pedro, a las 8 de la mañana y durante horas, cientos de litros de tinto serán derramados por miles de personas, que acuden hasta allí a disfrutar empapando. El año pasado se superaron los 130.000 litros.

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Si hay que buscar un 'culpable', ese es San Felices de Bilibio. Y no porque él se inventara una guerra en la que los contrarios se tiraran jarras de vino, sino por su muerte a mediados del siglo VI. Fue entonces cuando los habitantes de la actual Haro (La Rioja) comenzaron a visitar la cueva de los Riscos de Bilibio, en la que se encontraban enterrados sus restos. Fue el comienzo de un peregrinar que hasta casi un milenio después no se regularizó como romería. Hay incluso escritos que certifican que ya en el siglo XV se realizaban festejos los días de San Juan y San Pedro, como almuerzos populares tras la misa.

Sin embargo, no fue hasta más tarde cuando comenzaron, casi espontáneamente, los 'bautizos de vino', que es como se llamaron a finales del siglo XIX. Así, el culto religioso y la fiesta pagana quedarían unidos para siempre. Hoy apenas ha cambiado nada en Haro, que se prepara ya para el próximo 29 de junio reunir a las afueras del pueblo a miles de personas deseosas de que sus prendas de inmaculado blanco acaben convertidas en telas teñidas de tinto, tras horas de risas y diversión, así como de hermandad y buena gastronomía.

La Batalla del Vino da comienzo a las 8 de la mañana y tiene ocho reglas, con el único objetivo de manchar al prójimo "hasta conseguir dejarlo más morado que el Pendón de Haro". La primera es vestir de blanco, con el pañuelo rojo típico de fiestas. La segunda, conseguir manchar de vino al vecino lo más rápido y mejor que puedas. Se puede usar cualquier recipiente capaz de albergar líquido y, mientras dure la contienda, no hay que dejar de reír y cantar. El objetivo preferente será todo aquel que aún tenga un resquicio de tela blanca en su vestimenta. "No te fíes de nadie, tus conocidos serán tus primeros enemigos", explican desde la organización. Los músicos no dejarán de tocar mientras quede vino y el fin de la batalla será celebrado comiendo caracoles o chuletillas al sarmiento.

En 1965 se concedió a esta celebración el título honorífico de Fiesta de Interés Turístico; y el 22 de marzo de 2011 fue declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional. No solo en los Riscos es posible disfrutar. En la propia ciudad, también. Por ejemplo, visitando la exposición de carteles de las fiestas, en la Sala de Exposiciones municipal (de 12 a 14 h). Y antes del gran día, las noches están amenizadas con verbenas populares. El viernes 26, por ejemplo, también hay concursos de tortillas de patatas, desfiles de gigantes y cabezudos o degustaciones de Zapatillas. El sábado, además de la Batalla del Vino Infantil (a las 10 h), hay diferentes pruebas deportivas. Y el domingo, para crear boca, será la concentración de Peñas, así como una gran verbena desde las 23 h.

La Batalla del Vino de Haro se engloba en los festejos populares más singulares de España, junto a la tomatina de Buñol y otras celebraciones en las que la comida y la bebida, literalmente, vuelan. Imposible no divertirse.

Más información:
Batalla del Vino
Turismo de Haro

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