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Europa

Tinos, la isla desconocida del Egéo

Una isla que, prácticamente, pasa desapercibida para el turismo.

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Su vecina del sur, Mikonos, es la causante de que Tinos sea una isla que, prácticamente, pasa desapercibida para el turista que acude al Egéo. Y eso que, nada más por el curioso contraste que hay entre esta y la famosa isla de la marcha y el desenfreno de las Cícladas, ya merecería una visita. Y es que Tinos, al contrario que Mikonos, no es un lugar donde se va de fiesta nocturna y despertares en la playa, sino, especialmente de peregrinaje. Considerada por muchos como 'la Lourdes' de la Iglesia ortodoxa griega, Tinos es, sin duda, la isla más devota de Grecia, y su iglesia de los Evagelistrias es lugar de peregrinación para los fieles, que raro es que no acudan varias veces en su vida hasta aquí para rezar. Esta iglesia es el epicentro del turismo, y cada 15 de agosto son muchos los fieles que acuden aquí para celebrar la asunción de la Virgen. Es muy curiosa, ya que cuenta con diferentes puertas previas a la del templo, que está decorado en blanco, crema y rojo, con unas grandes escalinatas que más recuerdan a un palacete que a una iglesia. Se equivoca el que piense que Tinos solo es un centro religioso. Aquí también se puede hacer un turismo convencional. No es para menos si cuentas con algunas de las playas más interesantes de las Cícladas y, sobre todo, solitarias si se comparan con las de Mikonos. Así, la más importante es la de Kolymbithra, con un gran arenal; y también merece la pena acuir a la de Kionia, cuyo margen cuenta con abundante vegetación de árboles, que no abundan, como es habitual, en este archipiélago de mesetas ralas. No es una isla minúscula, ya que mide algo menos de 200 kilómetros cuadrados. Esto le ha permitido tener pueblos de interior cuya visita, en diferentes recorridos, se han convertido en todo un paraíso para los amantes del senderismo. El contraste es mágico, con pueblos levantados junto a grandes riscos, en terrenos de labranza mediante terrazas que tratan de aprovechar las pocas precipitaciones y caminos de tierra. Perfecta también para el buceo, Tinos sigue siendo la gran desconocida del Egéo y, para los que allí disfrutan de su calma, que así siga mucho tiempo...

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