Sheikz Zayed, el último gran monumento de Oriente Medio

Casi una década fue necesaria para la construcción de una gran mezquita en Abu Dabi. Un tiempo considerable si tenemos en cuenta la ingente capacidad de Emiratos Árabes Unidos para emprender cualquier desafío arquitectónico, y más si se trata de su capital. Pero no se trataba de un proyecto más, ni de uno de esos gigantescos rascacielos de forma imposible, ni mucho menos de seguir creando islas artificiales, destinadas luego a resorts y apartamentos de lujo.

Al contrario, era nada más, y nada menos, que el capricho y deseo más personal de Zayed bin Sultán Al Nahayan, emir de la ciudad y primer presidente del país, un gobierno que mantuvo hasta su muerte en 2004 (la mezquita lleva su nombre). Los últimos años de vida los dedicó a la creación de este proyecto, el cual, como todo en los ricos estados petrolíferos del golfo Pérsico, se hace a lo grande. Las cifras ya dejan claro que no estamos ante un templo sin más: la superficie sobre la que se extiende la mezquita es de 20.000 metros cuadrados, siendo la tercera más grande del mundo.

Tras la inauguración de la gran mezquita dedicada al rey Hassan II de Marruecos en Casablanca, no se había levantado un templo igual en el mundo musulmán. Y no ha cumplido aun una década de vida y ya se ha convertido en uno de los puntos más importantes a visitar, apareciendo incluso en el Top 5 de los monumentos más valorados por los propios viajeros en webs especializadas como Tripadvisor (este 2015, en el puesto cuarto, justo un peldaño antes de la Sagrada Familia de Barcelona).

La mezquita es un gran complejo donde todo lo domina el color blanco, lo que permite unos contrastes únicos entre el hermoso cielo azul de este rincón del planeta, el mar y los diferentes detalles dorados y policromados del recinto. Destacan especialmente sus cuatro minaretes, con una altura cada uno de 107 metros, además hay que sumar 82 bóvedas de siete tamaños diferentes, estando las principales en la entrada que se encuentra tras atravesar un hermoso patio con detalles de flores. La bóveda más importante tiene una altura de 80 metros y un diámetro de 36 metros.

El nivel de ingeniería es impresionante. Su estructura se realizó con más de seis mil pilares de acero tratado para resistir la corrosión del salitre del golfo Pérsico, los cuales se hunden hasta 27 metros en unos suelos de sustrato inestable. Sobre ellos, una inmensa estructura de hormigón con treinta mil toneladas de acero, totalmente cubiertos por losas de mármol de Carrara, extraído de las canteras de Pietrasanta (Italia), así como por mármol blanco de la ciudad de Prilep, en Macedonia. En total, 120.000 m² de este material.

Con profusión de arcos de herradura típicos, la mezquita cuenta con nada menos que 1.048 columnas en el exterior y 96 en el interior, unas cifras de récord que no dejan indiferente.  De la decoración se encargaron artesanos locales, que utilizaron yeso o madera para crear numerosos mosaicos y motivos como los relieves en los que se tallaron versos del Corán (el interior de la mezquita se encuentra revestido con más de doce mil molduras de yeso y fibra de vidrio).

La mezquita está abierta al público de 9.00 a 22.00 horas todos los días de la semana excepto los viernes, en los que le horario es a partir de las 16.30 h. Nunca faltan las visitas guiadas, que se realizan hay tours guiados a las 10.00, 11.00 y 16.30 (los sábados hay dos oportunidades más: a las 14.00 y a las 20.00 horas). Eso sí, recuerda que para poder acceder es imprescindible vestir pantalón largo y manga larga.

Sin duda, merece la pena tomarse medio día de excursión en Abu Dabi para acercarse a la que ya es una de las maravillas monumentales del siglo XXI.

Más información:
Gran Mezquita Sheikh Zayed
Turismo de Abu Dhabi