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Europa

Schwarz, el retiro alpino de los monjes Shaolin

Considerado el mejor balneario de montaña de Europa.

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El Qi Gong fue desarrollado por los sacerdotes Shaolin con el objetivo de cultivar la energía vital interna. Se compone de ejercicios y tratamientos pensados para mejorar la salud y prolongar la vida y evolucionó mediante la especialización de diferentes sanadores. Entre los ejercicios, algunos de nombre tan exótico como la Postura del Caballo, el Fénix de Cresta Roja saluda al amanecer o sacando la Luna del fondo del lago. Con ellos, la relajación está asegurada, ya que obliga a cuerpo y mente a una comunión en la que solo tiene cabida la paz espiritual. No hace falta irse hasta Asia para aprovecharse de los beneficios de estas técnicas ancestrales. De hecho, basta con irse a los Alpes austriacos. Allí, a poco menos de 20 minutos del centro urbano de Innsbruck, se encuentra el Schwarz, un cinco estrellas que cuenta con el balneario alpino más importante del país y, sobre todo, el más impactante, con más de 4.000 metros cuadrados dedicados por entero al bienestar. Entre sus programas estrella se encuentra el Qi Gong, con instructor Shaolin incluido. Levantarse temprano al amanecer y ejercitarse en una de las colinas del hotel, rodeados de montañas con restos de nieve, un manto verde frondoso y algunos animales que pastan tranquilamente es un marco único que pocos podrán decir que han disfrutado. Pero no solo se trata de llevar a cabo las técnicas de los monjes. En este balneario es posible recibir todo tipo de tratamientos y masajes, contando con salas especializadas para cada tipo de técnica. Así, cuentan con su propio espacio para masajes lumi-lumi (los que se realizan con cañas de bambú y que se inventaron y desarrollaron en Hawái), impregnado en esencia de coco; o el que se ha dispuesto para baños energéticos, entre otros. El descanso es la clave, de ahí que el silencio prime en cada rincón del spa. Aunque ninguno como la habitación del silencio, un espacio compuesto por ocho asientos suspendidos en forma de huevo, en un ambiente tranquilo, en penumbra, que invita a la meditación. Es un complemento a alguna de las saunas de baño de vapor (hay tres, con una variación de diez grados entre una y otra, pudiendo elegir entre hacer un circuito entre ellas o quedarnos solo en la que ofrezca la temperatura que queramos), a la sauna seca o a las termas de agua templada, así como a las duchas de efecto lluvia (también en diferentes grados de temperatura). Aunque el grueso de las instalaciones más lujosas está pensado para un público adulto, el complejo también está abierto a los pequeños. Especialmente una zona especial de piscinas presidida por un tobogán que imita al de los parques acuáticos. Mide 95 metros de largo y tiene forma de muelle enrollado, por lo que la diversión está asegurada. Además, varias piscinas de diferentes tamaño o la posibilidad de nadar en un pequeño lago artificial son las opciones outdoor. A ellas hay que sumar varios jacuzzis, baños de burbujas en los que juega un importante papel la cromoterapia, llamando al descanso en tonos azules o violetas, según elijamos. No hace falta ser huésped del resort para disfrutar de las instalaciones del balneario y su cercanía a Innsbruck lo convierte en un plan perfecto para aquellos que tengan media jornada libre en sus vacaciones de verano o, si es invierno, quienes quieran descansar de tanto descenso y se hayan puesto un paréntesis en su agenda.

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