Polonia
10 rincones que no puedes perderte en una escapada a Varsovia
La capital polaca, con la llegada de la primavera, se convierte en todo un destino para un fin de semana de descubrimientos culturales, gastronómicos y de descanso. Te contamos lo que no puedes dejar de visitar.
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Varsovia es una ciudad que bien merece una larga escapada en la que aprovechemos para descubrir cada rincón. La capital polaca, bañada por el río Vístula, se moderniza a pasos agigantados sin perder el encanto de una historia que no quiere resignarse a anclarse en los desastres de las guerras y el pasado político. Museos, palacios, buena gastronomía y paseos tranquilos se dan la mano en una capital que cada vez tiene más que decir y, sobre todo, que descubrir.
1. Palac Kultury i Nauki.
El Palacio de Cultura es, sin duda, el edificio más emblemático de Polonia. Construido a principio de la década de los años 50, era de los más altos de Europa de aquella época. Su historia es toda una contradicción, pues, al ser un regalo de la Unión Soviética, para muchos era más bien un símbolo de la dominación de este país. Hoy es un centro turístico de importancia, en tanto que su mirador permite unas vistas únicas de la ciudad. Además, en su interior, cine, teatro e incluso pista de patinaje sobre hielo.
2. Ciudad Vieja.
El barrio que se levantó a finales del siglo XIII en torno al palacio real es hoy Patrimonio de la Humanidad gracias a una importante reconstrucción que tuvo lugar después de que el ejército nazi casi la destruyera por completo. Su corazón es la plaza del Mercado, rodeada de cafeterías y bares, la cual ha sido demolida y reestructurada varias veces desde su proyección original medieval.
3. Castillo Real.
Varsovia, y no sólo el barrio viejo, creció entorno a este gran edificio del siglo XIII, castillo de los Duques de Mazovia y que, más tarde, albergó al rey polaco hasta 1795. Actualmente se levanta en un estilo barroco-neoclásico y es sede de la Fundación Polaca de Historia y Cultura, así como de un museo que, a su vez, sirve de punto de partida para la ruta turistica ‘Real’ de la ciudad.
4. Museo del Alzamiento.
Ubicado en el edificio que albergaba una antigua planta eléctrica del tranvía de la ciudad, se trata de un museo que conmemora el estallido de los combates para liberar Varsovia, hace más de 60 años. Sus exposiciones muestran desde los combates y la vida diaria de los participantes en el alzamiento de Varsovia a los horrores de la ocupación y el terror de la post guerra, así como el destino de los insurgentes.
5. Museo de Chopin.
Polonia ama a su músico más internacional. Este museo encuentra en el Castillo de los Ostrogski, un edificio de estilo barroco. Cuenta con la colección más grande del mundo de objetos relacionados con Chopin, compuesta por autógrafos, notas, cartas, manuscritos... así como por objetos que pertenecieron al compositor, como un piano. Dos máscaras mortuorias y el molde póstumo de la mano izquierda del compositor llaman mucho la atención.
6. Ópera.
El Gran Teatro Wielki impone por su fachada neoclásica, lleno de columnas. Construido en el siglo XIX, fue inaugurado en 1839 con una representación de ‘El barbero de Sevilla’. Reconstruido tras la Segunda Guerra Mundial, cuenta con un museo que muestra la historia del teatro, siendo sede una de sus alas del Teatro Nacional. Frente al mismo están los monumentos en honor a Stanisław Moniuszko, fundador de la Ópera Nacional Polaca, y Wojciech Bogusławski, considerado el padre del teatro polaco.
7. Palacio Wilanów.
De estilo barroco, este palacio fue construido a mediados del siglo XVII por Augustyn Locci, bajo el encargo del rey Jan III Sobieski. El objetivo era dotar a la familia real de una residencia de verano. De estilo francés, los visitantes pueden pasear por sus jardines libremente, aunque para conocer su interior es obligatorio ir con un guía. El parque abre todos los días, hasta el anochecer a partir de mayo.
8. Barrio de Praga.
Los amantes de lo bohemio tienen en este distrito de la ciudad su hogar. Es el de la vanguardia por excelencia, en la orilla del Vístula frente a la Ciudad Vieja, y sus edificios, de un estilo claramente de la época comunista, se han llenado de pinturas, murales, galerías... Lo han elegido los artistas para vivir y es donde bulle toda la cultura más original y candente.
9. Empanadillas.
Las empanadillas, aquí llamados pierogis, no pasan de moda y hay numerosos restaurantes que se han especializado en estas para que podamos degustar pequeños bocados de numerosos sabores. Con nombres como Pierrogeria, Pierogowy, Pierogarnia... (o la cadena Zapiecek) es posible desgutarlas con todo tipo de rellenos, desde muy picantes a vegetarianos, con estilo ruso o dulces.
10. Centro Copérnico.
Tener la oportunidad de hacer experimentos por uno mismo en un museo es una de las maravillas que se pueden hacer en este lugar. El objetivo, comprender algunos de los procesos científicos, curiosidades, límites naturales y del hombre... Mucho más que un museo de ciencia que, además, tiene un jardín experimental en su techo.
Más información: Turismo de Polonia
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