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ESTILO ITALIANO

5 rincones donde degustar el mejor café espresso en Milán

Incluso si se trata de un viaje de negocios y no de la Final de la Champions League, siempre hay tiempo para una pausa y disfrutar del mejor café italiano. Estos son los cinco bares imprescindibles.

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El espresso nació en Milán en 1901. En plena lucha obrera y sindical, el italiano Luigi Bezzera, propietario de una fábrica de la ciudad, buscó la manera de reducir el tiempo que sus empleados se tomaban para descansar tomando un café. Estaba convencido de que introduciendo presión al proceso de elaboración de la bebida se acortaría el tiempo necesario para tenerla lista. Dicho y hecho, se puso manos a la obra y creó un aparato al que bautizó como “máquina rápida del café”. Pero el resultado del ingeniero no fue sólo un café más rápido, sino también de mejor calidad, con más aroma y cuerpo.

Durante las décadas siguientes se mejoró el sistema y la patente, evitando, por ejemplo, el sabor a quemado causado por el agua hirviendo con pistones. No fue, sin embargo, hasta la finalización de la Segunda Guerra Mundial cuando las máquinas de café empezaron a popularizarse.

Qué mejor, entonces, que volver a Milán para degustar un auténtico espresso italiano. La capital lombarda está de plena actualidad por la final de la Champions. Y con o sin entrada, siempre hay tiempo para una parada para un café, algo que en Italia es casi una cuestión de Estado. Qué mejor entonces que acudir a donde los propios milaneses recomiendan que se puede tomar el mejor espresso.

Hemos seleccionado cinco de esos bares, restaurantes y cafeterías en las que deberíamos prohibirnos tomarnos ese pequeño trago en menos de cinco minutos. Saborear sus notas, su aroma y su cuerpo nos debe llevar su tiempo.

1. Biancolatte (Via Filippo Turati, 30). Se trata de un pequeño local en el que se sirven desayunos y comidas desde las 7.30 h. de la mañana. Su espresso se acompaña de bollería recién hecha, ensaladas de frutas, zumos... en el desayuno; y de Milanesinas, unos pequeños trozos de pollo empanado, en el almuerzo.

2. Taglio (Via Vigevano, 10). De los cuatro socios de esta cafetería-restaurante de moda, uno de ellos está especializado en café, de ahí que su espresso ya se encuentre entre los más solicitados. Abre a las 9 h. (excepto los lunes, que lo hacen una hora antes) y se mantiene abierto hasta casi la medianoche.

3. Caffè Milano (Via Dante, 13). No muy lejos, un lugar que rinde culto al espresso con una barra decorada en su frontal con decenas de tazas, lecheras y demás artilugios del mundo del café. Imposible no fijarse en su montaña de azucarillos y, como debe ser, lo sirven rápido y en su punto justo de sabor y temperatura.

4. Caffè Zucca (Galleria Vittorio Emanuele II). Abierto desde 1867, era el lugar preferido de Verdi para tomar un trago y hoy sigue siendo un rincón de preferencia para aquellos que pasean por la que es, sin duda, la arcada más importante del norte de Italia. Un rincón en el que el 'espresso' se confunde con bolsas de las principales firmas del mundo de la moda.

5. Caffè Cova (Via Montenapoleone, 8). Fundado por el soldado Antonio Cova en 1817 (junto a La Scala en un primer emplazamiento), es otra de las cafeterías por excelencia de Milán y situada en una de sus calles más emblemáticas. Se trata de un delicatessen-caffé en el que es imposible no caer en la tentación de sus pasteles.

Hay quien dice que no hay forma de tomar un espresso malo en el centro de Milán. Sea cierto o no, lo que sí podemos afirmar sin riesgo a equivocarnos es que, en estos cinco lugares, saldremos siempre con una sonrisa, la de la satisfacción de haber degustado un auténtico café de dioses.

Más información:
Turismo de Milán

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