América Norte
Nueva York por el High Line
Un jardín de altura.
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Si esta es la mejor época para visitar este jardín elevado que crece a unos cuantos metros del asfalto entre los viejos edificios y los modernos rascacielos de esta ciudad, el atardecer es uno de sus mejores momentos para pasear entre sus miles de árboles, plantas y arbustos autóctonos en su extenso recorrido entre Gansevoort Street hasta la calle 34 de la parte oeste de la Gran Manzana. Joshua David y Robert Hammond, dos vecinos del oeste Manhattan, nunca imaginaron que su idea de reconvertir la vieja línea elevada del ferrocarril que atravesaba esta zona en una jardín llegaría a ser un día una de las zonas más visitadas de Nueva York, incluso con más visitas que la Estatua de La Libertad. Construida entre 1929 y 1934 precisamente para evitar los accidentes de las, ya por aquél entonces, caóticas calles de Manhattan, atiborradas de carruajes, tranvías, peatones… y sobre todo del ganado que se dirigía diariamente al matadero que estaba en esa zona. El último tren que realizó el trayecto lo hizo en abril de 1980. Desde entonces sus railes fueron sufriendo el deterioro del tiempo y la naturaleza lo convirtió en una especie de jardín salvaje. En 1999, David y Hammond fundaron la asociación Friends of the High Line, que fue decisiva para su reconversión, y que junto con el apoyo del alcalde Michael Bloomberg consiguieron convertir en realidad su proyecto: un parque botánico, centro de exposiciones al aire libre y en el que se realizan eventos de todo tipo, como clases de pilates, astronomía o visitas guiadas a cargo de voluntarios y totalmente gratuitas. Este parque de diseño, de mas de 2 kilómetros de longitud y que cuenta con numerosas escaleras, algunas mecánicas, para ascender o descender de él a lo largo de su recorrido, nos transportan a un mundo especial, con abundantes fuentes, parterres de flores, bosquecillos de juncos, de abedules o de arbustos aromáticos… hasta un sinfín de nidos para pajarillos nos encontraremos en un paseo que resulta único en la gran manzana…. Podemos sentarnos en sus bancos de diseño, tomar algo en The Porch Café, un helado en People´s Pops, o en La Newyorquina o simplemente charlar con los amigos o admirar las magníficas vistas que su altura ofrece de la ciudad y sus rascacielos. El primer tramo fue inaugurado en 2009 y gracias a su gran acogida se multiplicó su longitud con el segundo, abierto en junio de 2011. El próximo otoño está prevista la inauguración de su tercera y última ampliación.
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