ITALIA
Catedral de Nápoles: quién ordenó su construcción y qué esconde la Capilla del Tesoro
Viajamos hasta Nápoles para conocer la historia de su Catedral, que alberga los restos de San Genaro, santo patrón de la ciudad italiana.

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Es el momento más que perfecto para poner rumbo a la ciudad italiana de Nápoles, donde podemos encontrar un gran número de construcciones y monumentos verdaderamente impresionantes. Un claro ejemplo lo encontramos en su Catedral. La primera fue construida por Constantino en el siglo IV. El templo actual fue erigido por la Casa de Anjou y alberga el baptisterio más antiguo de todo occidente. ¡Impresionante!
La Catedral de Nápoles, a través de su historia
Para comenzar, debemos tener en cuenta que Carlos I de Anjou fue quien tuvo la idea de hacer posible esta construcción. A pesar de todo, no pudo cumplir su objetivo ya que murió en 1285. Así pues, fue su hijo Carlos II de Anjou quien comenzó estas obras en 1299, aunque falleció en 1309 antes de que se terminasen. La construcción se vio finalizada en 1313, durante el reinado de Roberto de Anjou. Tan solo un año después, la Catedral se consagró a Nuestra Señora de la Asunción.
Es importante destacar que esta Catedral llama poderosamente la atención por su belleza, puesto que cuenta con diversos estilos arquitectónicos: desde ese gótico original al que se le sumó el barroco tras su remodelación por varios arquitectos. Debemos mencionar que, en el siglo XIX, la fachada fue reconstruida por Errico Alvino con ese estilo gótico original. Un proyecto que finalizó en 1905. En la actualidad, esta fachada es de estilo neogótico, las puertas son góticas (siglo XIV), la sala principal barroca y, por último, la cripta es renacentista. ¡Muy curioso!

La Capilla Real del Tesoro de San Genaro, la gran joya de la Catedral de Nápoles
De estilo barroco, cuenta con la estatua de plata del busto de San Genaro, el Santo patrón de Nápoles. De hecho, en el interior, se halla su cabeza. Por si fuera poco, también encontramos otras 51 estatuas de plata dedicadas a los otros santos patronos de la ciudad italiana. Este enorme tesoro ha sido formado por numerosas donaciones que se han realizado a lo largo de los siglos por parte de devotos adinerados.
Un claro ejemplo lo encontramos en Matteo Treglia, que quiso donar una mitra de plata con piedras preciosas. Debido a la grandiosidad de esta Capilla del Tesoro –que hay quien asegura que es aún más grande que el de los zares de Rusia y el Tesoro de la Corona británica – sus elementos están custodiados de forma permanente. Y no solamente en la Capilla, sino también en el Museo del Tesoro di San Gennaro y en una cámara de seguridad situada en el Banco de Nápoles.

Cabe destacar que en este lugar se encuentran unas cápsulas que contienen nada más y nada menos que sangre de San Genaro. Así pues, cada 19 de septiembre al coincidir con el aniversario de su muerte, esa sangre se licúa. Se trata de un ‘milagro’ que atrae a cada vez más fieles y turistas. Tras esa licuación, se realiza una procesión por las calles de Nápoles en la que se portan las cápsulas de sangre en un relicario de plata. Todo ello acompañado del busto del Santo.
No podemos dejar de mencionar que en esta Capilla Real del Tesoro de San Genaro situada en la Catedral de Nápoles encontramos una de las pinturas más destacadas e importantes de José de Ribera. Se trata, como no podía ser de otra manera, de “San Genaro saliendo ileso del horno”. Esta obra es bastante atípica por diversas cuestiones pero, sobre todo, por haber sido pintada sobre cobre.
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