PORTUGAL
Catedral de Lisboa: la historia del templo que alberga los restos de San Vicente y la leyenda que esconde
Viajamos hasta Lisboa para conocer su Catedral, considerada como la iglesia más antigua de toda la ciudad.
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Es el momento más que perfecto para poner rumbo a una de las capitales europeas con más encanto. Estamos hablando, cómo no, de Lisboa. Es hora de viajar hasta la ciudad portuguesa para conocer la historia que esconde una de las construcciones más significativas y visitadas.
Estamos hablando, cómo no, de la Basílica de Santa María la Mayor. Popularmente conocida como Catedral de Lisboa o Sé de Lisboa, se trata de una catedral metropolitana cuya construcción comenzó en 1148, tan solo un año después de que Alfonso Henríquez consiguiera conquistar la ciudad.
Una de las tantas características que tiene este templo es que es considerado como el más antiguo de la capital de Portugal. Por si fuera poco, en el año 1910 fue clasificada como nada más y nada menos que Monumento Nacional. Sin duda, una de las visitas obligadas si decides dejarte llevar por el encanto del barrio de Alfama.
La Catedral de Lisboa, a través de su historia
Para comenzar, debemos tener en cuenta que su construcción se llevó a cabo gracias a Alfonso Henríquez, pero también Gilbert de Hastings, el primer obispo de Lisboa. Fueron ellos quienes dieron el paso de erigirla sobre una antigua mezquita, después de arrebatarle el control de la ciudad a los musulmanes tras la conocida como Segunda Cruzada.
Para llevar a cabo este imponente proyecto, no dudaron un solo segundo en contar con uno de los arquitectos más reconocidos de la época: Roberto de Lisboa. Las obras se desarrollaron con mucha rapidez, hasta tal punto que en el año 1150 se completó la Capilla Mayor para su posterior consagración.
En su origen, este templo era conocido como “Iglesia de Santa María la Mayor”, pero no fue hasta la segunda mitad del siglo XIV cuando empezó a desarrollar su función de catedral. En este templo encontramos diversos estilos, como son el románico y el gótico.
Uno de los grandes tesoros que alberga esta Catedral de Lisboa tiene una estrecha relación con San Vicente, patrón de la ciudad, ya que es en este lugar donde se encuentran sus restos. Según cuenta la leyenda, su ataúd fue acompañado por dos cuervos en su traslado a Lisboa, de ahí que en el escudo de la capital estén representados.
Un elemento a destacar es, sin lugar a dudas, su claustro. De estilo gótico, similar al que presenta el Monasterio de los Jerónimos, fue ordenado construir por el rey Denis I, mientras que Alfonso IV pidió la construcción del deambulatorio. Su objetivo era recibir a todos aquellos peregrinos que acudían a este templo para venerar las reliquias del Santo. La sacristía renacentista se construyó en el año 1649 mientras que la Capilla Mayor fue remodelada como consecuencia del histórico Terremoto de Lisboa que tuvo lugar en 1755.
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