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América Norte

El acogedor hotel de Jedediah Hawkins

Histórico y con decenas de leyendas, esta casa victoriana está en Long Island

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Todo el mundo está invitado a la casa de Jedediah Hawkins por un sencillo motivo: desde hace unos cuantos años se ha convertido en un hotel. Pero, ¿quién era este hombre? Jedediah nació en el año 1873 y antes de alcanzar la mayoría de edad fue capitán de un buque mercante. Durante la Guerra Civil se construyó una casa en Jamesport, a la que dotó de varios elementos ornamentales y un mirador que sería la envidia de toda la región. La casa por fuera es una pequeña mansión muy atractiva, pero no le sobran las leyendas que muchos cuentan de ella. Hay quien cuenta que Jedediah era traficante de armas, otros que afirman que era un abolicionista y la casa era una parada de ferrocarril subterráneo y lo cierto es que no faltan historias que intentan explicar las trampillas y pasadizos secretos que a día de hoy se pueden contemplar aun en la casa. En el año 2004 el edificio iba a ser demolido y poco antes fue comprado para empezar las obras de reconstrucción. Así fue como la mansión se reconvirtió en el Jedediah Hawkins Inn, que abrió sus puertas en 2005. Alojarse en este hotel no es solo una aventura sino que es una experiencia histórica hasta el punto de que todos los descendientes del famoso personaje se siguen reuniendo en el lugar una vez al año. El hotel está rodeado de 22 hectáreas de jardines y también tierras de cultivo que continúan utilizándose. Se trata de un alojamiento boutique que destaca por su calurosa hospitalidad, su buena comida y la comodidad de sus instalaciones. En el Jedediah Hawkins Inn se puede descansar y salir a dar un paseo por los alrededores, entre viñedos y granjas. Su estilo tradicional llama la atención desde fuera y sorprende cuando uno entra en alguna de sus habitaciones. Es perfecto para cualquier celebración, desde bodas hasta comidas familiares y también para celebrar un fin de semana cualquiera y asegurarse de que estará repleto de emociones. No es el típico hotel que uno se imaginaría encontrar en Long Island pero su poca distancia a Nueva York le hace asequible para todos aquellos que viajen a la Gran Manzana durante unos días o, por el contrario, estén deseando escapar de su bullicio. Porque el Jedediah Hawkins Inn solo está compuesto por seis habitaciones y su restaurante Luce & Hawkins prepara unas apetecibles propuestas bajo la batuta de Keith Luce, quien anteriormente fue chef de la Casa Blanca. Cada habitación tiene su propia personalidad y son todas diferentes, y muchos de los muebles son victorianos. Las chimeneas caldean el ambiente en invierno y su cenador y las fuentes de sus jardines invitan a pasear a su alrededor en cualquier época del año. Está a 137 kilómetros de Nueva York y es fácil acceder a él en coche desde la ciudad.

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