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Europa

123 Sebastopol… y ¡acción!

Un hotel de cuatro estrellas para pasar una noche de película en el centro de París

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París es ya de por sí una de las capitales más cinematográficas del mundo. Los hermanos Lumière, la cantidad de cines antiguos que hay, de calles que han aparecido en películas de todo género y época y, por supuesto, la fascinante devoción que sienten los parisinos por el séptimo arte resultan una verdadera alegría para cualquier cinéfilo que viaje durante unos días a la ciudad. Porque, más allá de ser la ciudad de la luz para algunos y la ciudad del amor para otros, París es una de las ciudades clave para el cine. Su oferta hotelera es muy extensa pero uno de los hoteles más apetecibles para aquellos que quieran hacer una inmersión total en su cultura cinematográfica es, sin duda alguna, el 123 Sebastopol. Se trata de un hotel de diseño de cuatro estrellas cuya temática es el cine. Y el Óscar al mejor hotel de cine es para… el 123 Sebastopol. Si existiera esta categoría, seguro que uno de los primeros galardonados sería este alojamiento tan singular. Nada más entrar en él, uno se siente como si estuviera en el mismísimo paseo de la fama de Hollywood. Carteles antiguos de películas míticas, una máquina de hacer palomitas, iPads en los que se proyectan escenas de largometrajes que han marcado la historia del cine y mil y un detalles inolvidables como las placas con huellas de las manos de actores y directores. El mostrador donde se encuentra la recepción parece un cine antiguo y en ella se combina la época dorada del séptimo arte con la tecnología más innovadora para hacer del check in toda una experiencia. Además, está abierta a todas horas para cualquier duda o necesidad que los huéspedes puedan tener. Las habitaciones están inspiradas en varias películas, y cada planta toma como referencia una figura del cine para su decoración. Eso sí, independientemente de los colores utilizados o los cuadros y vinilos, cada habitación de las 63 que tiene es un pequeño paraíso que nos traslada dentro del set de rodaje de la película. Y, ¿por qué no inaugurar la estancia en el hotel viendo una película? Cuenta con una sala de proyecciones en el sótano, con paredes de piedra y que recibe el nombre del director Gérard Oury. Parece más bien un cine de barrio antiguo, con un ambiente acogedor y apto para pocas personas, 20 en total. El 123 Sebastopol pertenece a la cadena hotelera Astotel, que tiene 15 hoteles en el corazón de París y lleva dedicándose a este sector más de 40 años. Lo que garantiza que sus instalaciones estén cuidadas al detalle. En su sala de fitness, que está situada en el segundo sótano, hay una mesa de billar, otra de ping-pong, un gimnasio con bicicletas, banco de musculación, pesas y una máquina de remo, todo lo necesario para ponerse en forma. Aunque, para qué mentir, aunque el interior del hotel es espectacular, París es también para disfrutarlo. Tomar algo en la terraza interior del hotel es todo un privilegio. Su bar está construido bajo una cristalera por la que entran los rayos de sol y desde la cual se puede observar la fachada del alojamiento, con ladrillos pintados de un amarillo inconfundible. Porque aunque es considerado el color de la mala suerte, ¿a quién le importa la suerte alojándose en un hotel tan excepcional? El artífice del hotel ha sido el arquitecto Philippe Maidenberg, quien ha creado un universo perfecto para disfrutar de la ciudad y hacerlo también tras las cámaras que tantas veces han retratado la capital francesa. El hotel, de ahí su nombre, se encuentra en el número 123 del Boulevard Sebastopol.

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