CÚMULOS DE PROTEÍNA
Observan por primera vez las 'primeras huellas' del párkinson en tejido cerebral
Un equipo internacional ha logrado ver en el cerebro post mortem unos pequeños cúmulos de proteína, llamados oligómeros de alfa-sinucleína, considerados los desencadenantes de parte de la enfermedad. Hasta ahora no existía una técnica capaz de ver estas acumulaciones de apenas unos nanómetros de tamaño.

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Un equipo científico internacional ha visualizado y cuantificado por primera vez en cerebro unos pequeños cúmulos de proteínas que son considerados las 'primeras huellas' del párkinson y posibles responsables del inicio de la enfermedad. Hasta ahora, estas diminutas aglomeraciones, llamadas oligómeros de alfa-sinucleína, solo se habían podido detectar en células aisladas y tubos de ensayo.
El hallazgo supone un avance en el conocimiento del desarrollo temprano de esta patología. Los detalles de la investigación, liderada por la Universidad de Cambridge (Reino Unido), se publican en la revista Nature Biomedical Engineering.
"Durante mucho tiempo se sospechaba que estos cúmulos estaban presentes, y este estudio ayuda a confirmarlo. Se trata de un paso importante, ya que poder verlos permite los investigadores comprendan cómo contribuyen a la enfermedad", afirma a SINC Steven F. Lee, investigador de la universidad británico y autor principal del artículo.
10.000 casos al año en España
Según datos de 2024 de la Sociedad Española de Neurología (SEN), España cuenta con más de 200.000 personas afectadas de párkinson y cada año se diagnostican alrededor de 10.000 casos nuevos. Un estudio reciente también destaca que, a escala mundial, se prevé que para 2050 se alcancen los 25 millones de casos. Aunque existen medicamentos que pueden aliviar algunos de sus síntomas, como los temblores y la rigidez, no hay ningún fármaco que pueda ralentizar o detener la enfermedad en sí.
Durante más de un siglo, los médicos han reconocido esta enfermedad por la presencia de grandes depósitos de proteínas llamados cuerpos de Lewy.
"Los cuerpos de Lewy son el sello distintivo del párkinson, pero básicamente indican dónde ha estado la enfermedad, no dónde se encuentra en este momento", dice Lee. "Si pudiéramos observar la patología en sus primeras etapas, eso nos diría mucho más sobre cómo se desarrolla en el cerebro y cómo podríamos tratarla".
Esta es la diferencia con los cúmulos de la proteína alfa-sinucleína, que se forman antes y comienzan a causar daños en las células cerebrales. Los datos sugieren que son responsables de parte del comienzo de la enfermedad de Parkinson. Sin embargo, son acumulaciones de apenas unos nanómetros de largo y muy difíciles de ver en tejido cerebral. Hasta ahora.
Técnica para detectar señales diminutas
Los investigadores desarrollaron una técnica de imagen que permite ver, contar y comparar estos oligómeros llamada ASA-PD (detección avanzada de agregados para la enfermedad de Parkinson, por sus siglas en inglés). El método utiliza microscopía de fluorescencia ultrasensible para detectar y analizar millones de oligómeros en tejido cerebral post mortem.
"Tuvimos que diseñar nuevos instrumentos y métodos capaces de captar estas diminutas señales. Es un poco como intentar ver las estrellas durante el día: sabes que la luz de las estrellas está ahí, pero queda eclipsada por el brillo del cielo", señala Lee.

El equipo examinó muestras de tejido cerebral post mortem de personas con párkinson y las comparó con las de personas sanas de edad similar. Descubrieron que los oligómeros existen tanto en cerebros sanos como en cerebros afectados. La principal diferencia entre los cerebros enfermos y los sanos era el tamaño de los oligómeros, que eran más grandes, más brillantes y más numerosos en las muestras enfermas, lo que sugiere una relación directa con la progresión de la enfermedad.
"Los oligómeros han sido como agujas en un pajar, pero ahora que sabemos dónde están esas agujas, podría identificar tipos de células específicos en determinadas regiones del cerebro", señala el investigador de la universidad británica.
Sin aplicación clínica inmediata
Lee explica que, aunque este descubrimiento no es un tratamiento ni actualmente se pueden detectar los cúmulos directamente en el cerebro, "el hallazgo supone un importante avance en la comprensión de los primeros acontecimientos que pueden contribuir a la enfermedad de Parkinson".
"El nuevo enfoque puede integrarse con métodos establecidos para estudiar el ADN y el ARN, lo que ofrece una forma de identificar qué células muestran los primeros signos de la enfermedad y cómo se desarrollan estos cambios. Estos conocimientos son una base esencial para el desarrollo eventual de nuevas estrategias terapéuticas", añade.
Michele Matarazzo, neurólogo especialista en enfermedad de Parkinson en el Centro Integral de Neurociencias HM Cinac y que no ha participado en el estudio, indica que es un descubrimiento de "gran interés", pero desde un punto de vista más técnico que clínico.
"Los resultados necesitan ser confirmados en cohortes independientes y comparados con otras enfermedades neurodegenerativas para verificar su especificidad. Es un avance muy relevante como herramienta de investigación, aunque sin aplicación clínica inmediata", detalla en declaraciones a SMC España.
Lee es optimista y cree que la nueva técnica puede ayudar en la investigación de otras patologías. "Puede aplicarse a otras proteínas implicadas en enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer o la esclerosis lateral amiotrófica (ELA). Ampliar la perspectiva de esta manera es precisamente lo que pretendemos hacer a continuación", concluye.
Referencia:
Rebecca Andrews, Steven F. Lee et al. Large-scale visualisation of α-synuclein oligomers in Parkinson's disease brain tissue. Nature Biomedical Engineering(2025).
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