Holoflex: así es el primer smartphone flexible y con hologramas

Si tienes cierta edad es probable que a veces hayas visto en series como 'Los Simpson' o 'Futurama', o películas varias en las que algunos protagonistas tienen teléfonos móviles que reproducen hologramas, especialmente para videollamadas.

Y habrás flipado, claro. Porque cualquier tipo de tecnología futurista nos entusiasma a casi todos y, dentro de la amplia gama de posibilidades, el holograma es el más divertido y –quizá– el menos lejano a día de hoy.

Pues bien, dentro de este ímpetu por crear cosas nuevas, la Universidad de Queen's en EEUU acaba de dar un pequeño paso tecnológico presentando lo que, por ahora, es un prototipo: el teléfono móvil Holoflex.

El terminal hace posible lo que hasta hace nada parecía imposible: a la hora de reproducir un vídeo determinado, va más allá del cristal de la pantalla y, partiendo de su base, reproduce imágenes en tres dimensiones sin que dicha reproducción, aseguran, resulte incómoda para la vista del usuario.

Resolución de 160x104 píxeles

Y es que, por lo que parece, ese fue uno de los mayores problemas que han tenido en su desarrollo: que los hologramas, más allá de que sean espectaculares, no incomoden la visión a un usuario que no está en absoluto acostumbrado a ellos.

Ahora bien, tampoco nos flipemos: en esta primera versión del prototipo las imágenes de los hologramas se reproducirán con una calidad de 160x104 píxeles. Una resolución maravillosa si tenemos en cuenta el desarrollo tecnológico, pero claramente insuficiente para el que crea que la innovación más futurista ya está totalmente asentada y disponible para cualquier tipo de usuario dispuesto a pagar por ella.

Flexible e inspirado en Reflex

Holoflex también cuenta con una pantalla flexible, un factor muy interesante pero no inédito, ya que el mercado mundial ya cuenta con algunos ejemplos que, con mayor o menor éxito, poseen un desarrollo muy similar.

De hecho, en realidad en este sentido Holoflex es una evolución de Reflex, el primer móvil con el que experimentó la Universidad de Queen's, que también tenía una pantalla flexible -aunque carecía de los hologramas-.