NUEVO PROYECTO

La clave para detectar vida extraterrestre está en los volcanes submarinos

La NASA financia un proyecto de tres años para buscar los organismos que podríamos encontrar en Europa, la luna de Júpiter.

Microbios submarinos

Microbios submarinosJames Holden

Publicidad

Los expertos llevan años debatiendo sobre la existencia de extraterrestres y muchos de ellos están de acuerdo que una de las mayores posibilidades de encontrarla se encuentra muy cerca nuestro, en los océanos de algunas lunas de Júpiter. Teniendo en cuenta que hay unos 300 millones de planetas en zonas habitables del universo, las posibilidades no son pocas, pero el enigma es otro: ¿Cómo serán estas vidas?

Aunque la cultura popular suele representar la vida extraterrestre como pequeños hombres verdes con grandes cabezas ovaladas, se trata de un retrato influenciado por el cine y los comics. Y la realidad es que la ciencia ha probado, durante décadas, ser más prolífica en términos imaginativos que nuestra creatividad.

Así, la vida alienígena dependerá de la cercanía del planeta a su estrella, de los elementos químicos de su atmósfera, de los años de la evolución de la biología… El espectro es enorme.

Para responder a esta incógnita, la NASA otorgó más de 600.000 euros al microbiólogo James Holden, de la Universidad de Massachusetts Amherst, para que, durante los próximos tres años, utilice su experiencia para ayudar a predecir cómo podría ser la vida en Europa, la luna de Júpiter. Para ello, Holden recurrió a un lugar inesperado: los volcanes que se encuentran a un kilómetro y medio bajo nuestros océanos.

Europa, la luna de Júpiter, tiene una superficie helada, pero los astrónomos creen que bajo todo ese hielo se encuentra un océano salado y líquido en contacto con un núcleo fundido y caliente. "Creemos, basándonos en nuestro propio planeta, que Europa podría tener condiciones propicias para la vida", afirma Holden, quien señala las fuentes hidrotermales en las profundidades de la superficie de nuestros océanos. De hecho, el satélite Europa Clipper de la NASA, lanzado recientemente, está diseñado específicamente para determinar la habitabilidad de Europa.

Holden ha dedicado toda su carrera académica al estudio de las chimeneas de aguas profundas que podrían ser clave para la vida extraterrestre. "He estado estudiando volcanes de aguas profundas desde 1988 – añade este experto -. Para extraer nuestros microbios de ellos, utilizamos submarinos, a veces tripulados por humanos, a veces robóticos, que se sumergen a más de un kilómetro y medio de profundidad y traen las muestras a tierra y las devuelven a mi laboratorio".

Holden ha construido un laboratorio que puede reconstruir las condiciones de falta de luz y oxígeno que adoran estos microbios especializados, que obtienen su energía únicamente de los gases y minerales que emanan de las chimeneas. "Dado que las condiciones de Europa podrían ser similares a las de donde provienen estos microbios - confirma Holden - creemos que la vida en Europa, de existir, debería parecerse a nuestros propios microbios hidrotermales. Desde hace tiempo, nos interesa saber si hay vida más allá de nuestro planeta y cómo funcionaría. Es emocionante pensar que la respuesta al misterio podría estar aquí, en nuestro propio planeta".

Pero Europa no es la Tierra, sus océanos no son los nuestros, y si existe vida microbiana allí, probablemente, no se parezca exactamente a la nuestra. Los organismos que dependen de diferentes conjuntos de hidrogenasas pueden tener un aspecto y un funcionamiento muy distintos entre sí. Además, el hierro, el azufre y el carbono procedentes de las chimeneas son capaces de asociarse con el hidrógeno aceptando sus electrones para generar energía, pero los científicos aún no están seguros de cómo funcionan estos procesos biológicamente, especialmente porque las cantidades de hidrógeno varían.

"Por lo tanto, necesitamos descubrir los diferentes procesos químicos que la vida microbiana europea podría estar utilizando para generar energía – concluye Holden-. Diferentes procesos químicos podrían crear tipos de microbios muy distintos. Nuestra investigación se centrará en determinar cómo los diferentes procesos químicos contribuyen a la fisiología de un organismo".

La realidad es que los microbios hidrotermales de la Tierra que Holden estudia obtienen su energía descomponiendo el hidrógeno mediante enzimas especiales llamadas hidrogenasas. Sin embargo, existen diferentes tipos de hidrogenasas, que funcionan de distintas maneras y pueden tener distintas funciones en distintos tipos de células. De este modo, la realidad nos indica que recrear las condiciones alienígenas en la Tierra puede darnos pistas, pero no podemos basarnos solo en ellas.

TecnoXplora» CienciaXplora

Publicidad